El conductor del tren Alvia siniestrado anoche cerca de Santiago ha admitido que iba a una velocidad de unos 190 kilómetros por hora en una zona limitada a 80 kilómetros por hora, según han informado a Efe fuentes de la investigación.

Tras el siniestro, uno de los maquinistas afirmó lo siguiente: «Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer», según el testimonio recogido por varios diarios gallegos.

El Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (Semaf) ha transmitido «su apoyo» al compañero implicado en el accidente, que resultó herido leve, así como sus condolencias  solidaridad a los familiares de las víctimas.

El tren descarriló en una curva justo a la entrada de la estación de Santiago, en el primer accidente mortal en una línea estatal de alta velocidad.

El tren pasó ayer una revisión

Adif ha abierto una investigación para determinar las causas del descarrilamiento. El presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar Rodríguez, ha afirmado que la línea ferroviaria donde se produjo el accidente está dotada de un sistema de seguridad y ha asegurado que ayer mismo, por la mañana, el tren siniestrado pasó una revisión.

Ha señalado que la caja negra está ya en manos del juez y se ha mostrado prudente sobre las causas que han provocado este accidente.

«No tardaremos mucho en conocer las causas del siniestro, pero es una decisión del juez, que es quien tiene que valorar todas las pruebas», ha añadido Gómez-Pomar.