«Somos muchos más que los golpistas y esa es nuestra fuerza»
Secretario general del partido Libertad y Justicia (pantalla política de los Hermanos Musulmanes), Beltagy conversa con GARA desde el búnker de la mezquita de Rabaa Al Dawiya, donde permanecía protegido por miles de seguidores, días antes de la masacre de la madrugada del sábado. En la entrevista ya auguraba un endurecimiento de la represión policial.
Adentrarse en la acampada de Rabaa Al Dawiya y acercarse hasta donde se resguardan los líderes de los Hermanos Musulmanes es todo un ejercicio de paciencia. La acampada y los creyentes rezando por doquier dificultan la marcha hasta hacerla casi imposible A cada paso acompañan los cánticos islamistas y panfletos con la omnipresente figura del derrocado presidente egipcio. La gente se agolpa por millares en torno a la rotonda donde cuelga un mural gigante en el que se puede leer «Devolvednos a Morsi, devolvednos la democracia».
La mezquita que da nombre a la zona, Rabaa Al Dawiya, se ha convertido en un refugio para todo prófugo opositor al golpe de Estado militar. Rodeado por todo un campamento de fieles seguidores, cualquier intento de asalto de las autoridades golpistas sería rechazado.
Uno de los más buscados es Mohamed El Beltagy (1963). Este doctor en derecho, uno de los líderes de los Hermanos Musulmanes y secretario general del partido del derrocado presidente Mohammed Morsi, Libertad y Justicia, está protegido las 24 horas del día por su escolta. Antes de la entrevista, un joven seguidor del movimiento mira una y otra vez el pasaporte, cachea con ganas y acompaña al periodista hasta una silla solitaria. «El Dr. Beltagy aparecerá en breve», anuncia.
Al aparecer por la puerta, un enjambre de periodistas fieles a la causa de la hermandad, se abalanza sobre él comienzan a sacarle fotos como si de una estrella del rock se tratara. Comienza la entrevista dando gracias por nuestro interés en el tema egipcio. «La prensa extranjera siempre es bienvenida en Rabaa Al Dawiya».
Con la detención de Mohamed Morsi y la persecución de los líderes de los Hermanos Musulmanes y del partido Libertad y Justicia, ¿cómo se le antoja el futuro a su movimiento?
Muchos de nuestros líderes han sido ya detenidos. El movimiento Tamarroud ha incendiado nuestras oficinas y centros. También golpean a quien se proclama públicamente seguidor del Dr. Mohamed Morsi. Lo que estamos viendo en estos momentos es que una gran mayoría de la sociedad egipcia está a favor de la democracia. En esta manifestación pacífica podemos ver a gente que no votó en las elecciones a Morsi pero que sin embargo está en contra del golpe de Estado. Mi partido rechaza completamente esta asonada y por eso está siendo descabezado. No podría decirle qué es lo que pasará en un futuro, pero lo que si puedo adelantar es que seguiremos con la protesta y seguirá siendo pacífica, como hasta ahora.
Muchos de los que salieron a la calle el 30 de junio protestaban porque decían que se estaba modificando la Constitución para convertir a Egipto en un país exclusivamente islámico. ¿Qué tiene que decir Libertad y Justicia a este respecto?
Lo primero niego la mayor. Nunca hemos hablado de convertir Egipto en un Estado islámico. Nunca. Y hay que señalar que los números que utilizan los golpistas para legitimar este golpe de Estado son una auténtica falacia. No han sido ni mucho menos los 35 millones que afirman. Es imposible que toda esa gente salga a la calle. Los que salieron ese día que mencionas lo hicieron por diversos motivos. Los golpistas han manipulado esa información y la han tergiversado. No todos los que estaban en esa manifestación pedían la dimisión de Morsi, pero así nos lo quieren hacer creer los militares.
¿Cuáles son entonces las verdaderas razones para que en su opinión se produjera el golpe de Estado?
Los militares quieren una sociedad servil. Siempre lo han querido. Quieren el poder. Si la democracia no se lo da, ellos lo tomarán por otros medios.
Los militares han puesto como primer ministro a un antiguo ministro de Mubarak. Su partido rechazó desde el principio hablar con un antiguo colaborador del dictador. ¿Darán el brazo a torcer si la situación sigue enquistada? ¿Negociarán con el nuevo Gobierno?
No lo hemos hecho hasta ahora y no lo haremos nunca. La legitimidad democrática la tenemos nosotros, no ellos. Son los golpistas quienes tienen que acercarse, no al revés. Podríamos decir que la época de Mubarak ha vuelto. Muchos de los antiguos colaboradores del dictador están ahora en el Gobierno o en posiciones privilegiadas. Estamos en contra de esta vuelta a la dictadura. Ese rol de la Policía del antiguo régimen ha vuelto. La Policía utiliza métodos cada vez más violentos contra los que no comulgan con su ideología. Han cerrado medios de comunicación, apoyan a grupos violentos como los Black Blocks, que disparan con munición real contra nuestras manifestaciones pacíficas. ¿Cómo vamos a negociar con todo esto?
El golpe fue protagonizado por el general Al-Sissi y la cúpula militar. Sin embargo, hay serias dudas, incluso en la calle, sobre el verdadero ideólogo. ¿Quién cree que está detrás del golpe de Estado?
Antes de responder me gustaría aclarar la posición que tomaron los actuales jefes del Gobierno golpista, Mohamed Tantawi y Hazem El Beblaui, un antiguo ministro de Mubarak. Declararon antes de las elecciones que no votarían a ningún partido e hicieron un grupo de presión junto con los militares para boicotearlas. Fue una gran oportunidad para acercarse al poder.
No creen en la democracia, como muchos de los tamarroud. Su papel ha sido presentarse como víctimas. Víctimas de una democracia que a ellos no les gustaba. ¡Y todo esto lo declararon públicamente! Se creó un grupo de gente que no quería que Egipto fuera democrático. Reunió a más de 3.000 personas y detrás estaba EEUU y el Ejecutivo de Obama. El Gobierno estadounidense ha pedido públicamente la liberación de Morsi, pero no ha abogado por defender la democracia.
Morsi hizo mucho daño a los intereses de EEUU en la región, abriendo la frontera de Gaza y cortando lazos que existían desde la época de Mubarak. No lo podían tolerar. Tengo buenas informaciones que confirman que los americanos han estado detrás de todo esto. ¿Cómo se explica si no que después del golpe anunciaran una ayuda de millones de dólares en armamento a los militares? Hay leyes internacionales que prohíben expresamente ayudar a un gobierno golpista que ha derrocado a un presidente elegido democráticamente. Eso no les ha importado nada a los estadounidenses.
Hace escasos días se ha formado un Gobierno de unidad en Egipto, sin embargo, ustedes no están en él. ElBaradei anunció que habría miembros del partido Libertad y Justicia. ¿Cómo se antoja la llamada «reconciliación nacional» sin la participación de los Hermanos Musulmanes egipcios?
Era previsible que no nos invitaran a entrar en el Gobierno. Tampoco lo hubiéramos aceptado, ya que el pueblo nos dio su voto en las elecciones y acceder a estar en un gobierno golpista habría supuesto traicionar a los millones de votantes. No solo a los nuestros sino también a los de otros partidos. La llamada reconciliación nacional es una farsa. Usan palabras bonitas para intentar apaciguar a los Hermanos Musulmanes y a parte de la opinión pública, pero mi partido ya sabía desde un principio que todo era mentira. Lo dijimos públicamente. No aceptaremos hablar con ningún partido golpista si no se restauraba la democracia. El gobierno golpista nos tachó entonces de violentos y contrarios al diálogo. Los que no quieren el diálogo son ellos, son golpistas y el modo que han utilizado para derrocar a un presidente democrático les deslegitima para hablar de reconciliación. Si quieren reconciliación, tendrán que devolvernos al presidente Morsi, reinstaurar la democracia y solo entonces podrán venir a hablar con nosotros. Solo entonces.
Quieren un gobierno al gusto de los militares, sin islamistas ni gente que se oponga al poder militar. Fíjate en que Al-Nur, partido salafista que apoyó el golpe, no está ni siquiera en el Gobierno. No les gusta a los militares, porque dicen que son ellos los que le atacan en la península de Sinaí y han decidido excluirlos del Gobierno.
¿Cómo manejarán esta situación? ¿Tienen una hoja de ruta?
Nuestra hoja de ruta pasa por seguir con las protestas multitudinarias sin hacer uso de la violencia. Somos muchos más que ellos. Esa es nuestra fuerza. No hablaremos con los golpistas, aunque detrás estén el Gobierno de Obama y la UE.
¿Y cómo afrontarán los Hermanos Musulmanes las elecciones que han anunciado tanto para la reforma de la Constitución como las parlamentarias y las presidenciales?
Está por ver cuándo e incluso si se celebrarán. Los militares han diseñado una hoja de ruta en la que prometen que en seis meses habrá elecciones. Pero yo, personalmente, lo dudo mucho. En la época de Mubarak también prometían y luego no hacían nada. Además, ¿qué legitimidad tendrían esas elecciones si un partido, el nuestro, no puede ser votado? ¿El partido más votado en las elecciones anteriores no podrá presentarse? Han prometido que nos legalizarán y nos dejarán presentarnos, pero entonces ¿por qué nos han desbancado del poder? No reconocemos a este gobierno y tampoco las elecciones no democráticas que quieren celebrar.
¿Le gustaría añadir algo?
Nada más. Creo que mi postura y la de mi partido ha quedado muy clara. Muchas gracias por su interés y el de su diario.