Kontuz entiende que el auto de sobreseimiento dictado hoy es la «consecuencia lógica» que se desprende de la «incomprensible» postura del Tribunal Supremo, por lo que lo hoy conocido no es más que «un mero formalismo».

Este organismo incidn en que «el caso CAN no está cerrado, es más, no ha hecho más que empezar», ya que aseguran que archivar las diligencias en cuanto a las dietas «no implica ni mucho menos cerrar un proceso en el que, además, van apareciendo indicios de nuevos hechos delictivos».

Así, aluden a la investigación de las actas de las reuniones de la Comisión Permanente de la Junta de Entidades Fundadoras, cuya manipulación supone «un auténtico escándalo por encima incluso del pago ya constatado de unas dietas indecentes por no hacer nada».

A su juicio, la «estrategia de quienes quieren quedar impunes tras posibilitar la desaparición del principal instrumento financiero de esta comunidad» es «desanimar a la ciudadanía, desactivar el derecho democrático de la sociedad a cuestionar a quienes les gobiernan dando a entender que el único plano que importa es el plano legal, no el político ni el ético, y que no hay más responsabilidad que la que se deriva de la interpretación que el Supremo hace de la Ley». Kontuz recuerda que los cobros de dietas «fueron migajas comparado con los 1.000 millones de euros que se esfumaron» con la desaparición de la entidad financiera.