Paloma (María Renée Prudencio) es una madre soltera que va de vacaciones con su hijo Héctor (Lucio Giménez), un joven inmerso en plena adolescencia. La película arranca con un ritmo lento, sosegado, muestra del «aburrimiento» relativo que supone irte de vacaciones con tu madre en tu adolescencia. El ritmo del film comienza a cambiar con la aparición de Jazmín (Danae Reynaud), una joven que encandilará a Héctor y juntos comenzarán a descubrir la sexualidad. Paloma sentirá que el vínculo con su hijo comienza a aflojarse.
Eimbcke cuenta entre su reparto a dos jovencísimos actores. Lucio Giménez y Danae Reynaud. Ambos fueron elegidos a través de un casting que, según el director mexicano, el objetivo era «que nos sorprendieran». «Lo más bonito de un casting es sorprendente y hay que buscar la esencia del personaje en los no actores. Cuando juntamos a Lucio y a Danae fue algo que nos sorprendió mucho», ha desvelado.
Durante el rodaje, el cineasta apostó por una «improvisación calculada». «Todo estaba milimetricamente calculado, pero en esos pequeños espacios había libertad. Tenia claro cada gesto que quería», ha dicho.
«Con los niños siempre ganas y pierdes algo. Crecen tan rápido que siempre te despides de ellos», ha aclarado por su parte Prudencio, madre de Héctor en la película.