«Con la acreditación en la mano, pedía tranquilidad cuando un ertzaina me pegó en la cabeza»
Amalur Mendizabal (Zizurkil, 1979) fue la persona más votada para el Senado en Gipuzkoa en las elecciones de 2011. Obtuvo 126.332 sufragios. Con el carné de senadora en la mano, el lunes recibió un porrazo de la Ertzaintza en la cabeza, varios más en todo el cuerpo y ocho puntos de sutura. Su pensamiento está en los 18 detenidos de Herrira.
Le duelen la cabeza, las cervicales y unas cuantas partes más de su cuerpo. Pese a la recomendación de 24 horas de reposo que le hicieron los sanitarios que la atendieron, apenas pudo dormir y ayer pasó buena parte del día atendiendo llamadas de medios de comunicación y también recibiendo muestras de solidaridad de, entre otros, varios miembros del Senado (algunas sorprenderían). Pese a la gravedad de la agresión sufrida, insiste en que lo importante es la detención de los 18 representantes de Herrira.
¿Qué ocurrió el lunes?
Sobre las diez de la noche empezó a haber movimientos de salida en la sede de Hernani. Nos acercamos al cordón policial. Estábamos concentrados en dos zonas. Cuando sacaron a dos de los detenidos, cargaron en la otra calle. Nosotros estábamos tranquilos porque unos minutos antes un ertzaina me había dicho a mí concretamente que en esa zona estábamos seguros y a una señora mayor que estaba al lado mío le dijeron también que estuviera tranquila. Al cargar al lado, algunos de nuestra zona empezaron a gritar que parasen, porque estaban golpeando a un señor que estaba en el suelo. Dejé a la señora y fui a donde uno de los jóvenes que estaban gritando para pedirle tranquilidad, porque nuestro objetivo era que los detenidos supieran que estábamos allí. El chico me dijo que sí. Y ya con la acreditación en la mano me dirigí al cordón para pedir tranquilidad. Tanto en euskara como en castellano les dije que era senadora. En un momento, uno de los ertzainas –me acuerdo que me estaba mirando a los ojos– hizo dos veces ademán de darme y a la tercera me pegó. (En el vídeo se ve cómo Mendizabal lleva la tarjeta de senadora a la altura de la cara y se dirige primero a un agente y luego a otro. De pronto, uno de ellos comienza a golpearle con inusitada violencia. La arrastran por el suelo y luego la apartan a empujones).
¿Hubo algún aviso?
No. Me pilló de sorpresa. Después de lo dicho y lo hecho y de cómo había transcurrido la tarde, no me lo esperaba en ningún momento. No hice ni el gesto de defenderme o de esquivar el porrazo. Me dio de lleno. Caí al suelo y ya no recuerdo muy bien cómo fueron los hechos. Tengo el recuerdo de querer recoger la tarjeta de senadora mientras estaba en el suelo. Recibí golpes, pero lo sé por los moratones que tengo y porque he visto imágenes de vídeo.
¿No recuerda nada?
Después del golpe en la cabeza los recuerdos son que me caía sangre todo el rato y que yo repetía «soy senadora, soy senadora». Pero la verdad es que no recuerdo más.
¿Pidió la identificación de los ertzainas?
Me acompañó la parlamentaria Lur Etxeberria. Estaba por allí y me preguntó a ver si estaba bien. Le dije que sí pero que me agarrara porque me iba a caer en cualquier momento. Fuimos las dos con las acreditaciones en la mano hacia los ertzainas, que caminaban hacia atrás, pidiéndoles por favor la identificación del ertzaina que me había agredido. Vino un mando y me dijo que estuviese tranquila, que ya había pedido una ambulancia. Yo le respondí que en ese momento lo que necesitaba era la identificación de la persona que me había abierto la cabeza.
¿Tienen alguna identificación?
No. Yo no he recibido oficialmente ninguna identificación. Sé que por internet hay relatos de testigos que hablan de unos números de identificación, pero yo no sé nada más ni los tengo.
Ha anunciado la presentación de una denuncia...
Esa es nuestra intención y así lo haremos próximamente.
¿Qué valoración hace de lo ocurrido?
Antes de hacer la valoración de que a la senadora le han abierto la cabeza, hay que tener en cuenta que se han producido unos hechos gravísimos que están fuera de lugar en los tiempos en los que estamos viviendo. No comprendo que se puedan hacer ese tipo de acciones en contra de una organización como Herrira que está haciendo de altavoz del sentir popular de que se respeten los derechos de los presos. Porque esta no es solo una acción contra Herrira, sino contra toda esa reivindicación. Por otra parte, el Gobierno de Lakua y el PNV decían que esta operación es un paso atrás. Estoy de acuerdo, es un paso atrás de regreso al tiempo de «todo es ETA» y la criminalización total de cualquier movimiento, pero es una contradicción que digan eso y luego manden a la Policía autonómica a dar apoyo a la Guardia Civil.
Que golpeen a la gente y, entre ella, a una persona que se identifica como senadora, como representante de la ciudadanía...
Y ahora nos acusan de victimismo. Con dieciocho detenidos, Andoni Ortuzar, presidente del EBB, nos ha acusado de ser especialistas en el victimismo. Mi tono de voz hoy es alicaído porque me duele la cabeza y no he dormido. Pero esto no es victimismo, es impotencia porque me han abierto la cabeza y por la sinrazón de que nos digan que estamos en una zona segura y luego nos golpeen, y todo eso mientras me estoy identificando como senadora. Que dejen de echar balones fuera y analicen cómo actúa su Policía.