Juan Karlos Izagirre ha sido el encargado de clausurar la conferencia internacional de alcaldes por la paz en el palacio del Kursaal. Se ha mostrado satisfecho por su desarrollo y ha destacado la pluralidad de todas las experiencias que se han compartido en las dos jornadas que ha durado la cita. «Hemos aprendido y esto será valioso para el futuro», ha remarcado.

El alcalde de Donostia ha entregado un recuerdo especial –una reproducción de la trainera Donostiarra– a David Bieter por la reciente muerte de Pete Cenarrusa y por el alto número de vascos que hay en Idaho y la impresión que les ha causado escuchar al alcalde de Boise hablar en euskara.

En su balance de la conferencia, se ha mostrado convencido de que la comunidad internacional «tiene mucho que aportar en la construcción de la paz y la convivencia».

Ha expuesto tres ideas principales que ha extraído de esta conferencia, desde su impresión personal: la primera, que «es necesario que cada uno exponga su conflicto ante el mundo, ya que tener esa opción es un beneficio recíproco».

En segundo lugar ha citado el factor tiempo y ha incidido en que «hace falta paciencia, también en este pueblo, para ir haciendo el camino». Se ha quedado con palabras como «acercamiento, confianza, empatía, reconocimiento de las víctimas, hablar con el enemigo, ternura...», todas «muy importantes».

Finalmente, de la mesa redonda entre los alcaldes ha concluido que «se puede colaborar entre personas de diferentes formaciones» y que «este es el camino a seguir, no podemos quedarnos en esto».

Izagirre, que ha deseado la paz a todos los pueblos del mundo, ha confesado que es «un poco más feliz hoy después de conoceros a todos» y ha subrayado que «tenemos un poco más de energía para seguir adelante con el compromiso de trabajar por la paz y la conferencia desde lo local».

Los participantes en la conferencia también han expresado su satisfacción y han tenido muestras de agradecimiento para el alcalde donostiarra.