Al hilo de este encuentro, los mediadores, ocho de los cuales fueron detenidos a principios del pasado enero, han hecho pública una nota en la que señalan que el objetivo de esta redada era «romper los lazos» entre la sociedad vasca y EPPK, impidiendo que las aportaciones de los presos sean conocidas. «Pero los pasos del Colectivo en su compromiso con este pueblo son firmes, por lo que seguirá construyendo, junto a la sociedad vasca, un futuro democrático para nuestro pueblo», indica el comunicado.
El grupo de mediación recuerda que su tarea consiste en propiciar y facilitar las relaciones entre el Colectivo de Presos y el resto de agentes, e insiste en que continuará llevándola a cabo en el futuro.
Asimismo, denuncia la muerte del preso Arkaitz Bellon, de la que hace responsable a la poliítica penitenciaria de un Gobierno español que «mientras se opone a la resolución del conflicto, mantiene como eje de esa política la venganza y la humillación».
Por su parte, la Comisión para el Impulso del Proceso de Paz ha indicado que «la reunión ha sido positiva y constructiva. El grupo de mediadores ha compartido el contenido de los próximos pasos que dará EPPK en el proceso de reintegración, y se ha abierto un contraste de opiniones sobre ellos».
La Comisión «ha transmitido al grupo de mediadores su opinión sobre las últimas decisiones tomadas por EPPK y su encaje en las recomendaciones del Foro Social», al tiempo que ambas partes se han comprometido a«mantener el contacto y un diálogo constructivo en el futuro para trabajar en la implementación de todas las recomendaciones del Foro Social en el ámbito de la reintegración de las personas presas».