Para Sánchez de Muniáin, los trabajos de la comisión de investigación constituida en el Parlamento foral «han restituido» al Gobierno «la razón, la honradez y la fortaleza« para continuar al frente de sus funciones.
Por ello, ha considerado, en un claro reto al PSN, que «si alguien quería utilizar la comisión como pretexto» para una moción de censura, «ahora se tendrá que buscar otro o forzar este». Para el Gobierno, ha quedado claro que «no se ha cometido ni una sola ilegalidad» y se ha «descartado cualquier sombra de corrupción».
El portavoz entiende que no hay «mucho fundamento jurídico» en los indicios de delito que ve el PSN en el trato hacia una empresa y que el Gobierno entiende como un gesto «humanitario».
Respecto a un supuesto tráfico de influencias, Sánchez de Muniáin ha sostenido que a juicio del Gobierno la consejera Goicoechea «trasladó la lógica preocupación por una empresa», lo cual no significa que se hubiera producido «una intercesión para un antiguo cliente» de su asesoría fiscal.
Para Sánchez de Muniáin, que se presente o no una moción de censura al Gobierno dependerá ahora de «decisiones políticas» de los partidos de la oposición, «de que esté acordada o no la moción».