La vicepresidenta del Gobierno navarro reveló ayer en la comisión de investigación parlamentaria que la universidad del Opus tuvo que abonar 1,5 millones de euros por las retribuciones en especie a sus empleados (gratuidad de matrículas) por cuatro ejercicios como consecuencia de una actuación de Hacienda que Lourdes Goicoechea consideró «una faena» por tratarse de «la segunda empresa de Navarra». Estos cuatro años corresponden al máximo periodo inspeccionable.
Goicoechea volvió a comparecer ayer, puesto que Lizarbe suspendió la sesión del lunes a las 21.45 y todavía tenía que responder las preguntas de Aralar-NaBai, PP, I-E y Geroa Bai.
Goicoechea trató de justificar su interés en que no continuase la reclamación de esos impuestos a la universidad del Opus, señalando que nunca había abonado nada por esos conceptos en las décadas que lleva funcionando en Nafarroa. El representante de I-E Txema Mauleón destacó que esta circunstancia dejaba en evidencia que la universidad del Opus dejaba en evidencia que la Hacienda Foral había dejado de ingresar decenas de millones de euros y criticó que Goicoechea se hubiera alineado en este caso a favor del contribuyente y en contra de los técnicos de Hacienda.
A preguntas de Mauleón, Goicoechea también se vio forzada a reconocer que no se ha abstenido en cuestiones que trataba el Gobierno en las que previamente había participado como asesora fiscal privada, a pesar de que la legislación exige que lo haga.
«Si no podía intervenir en nada con lo que tuviera relación, igual no tendría que haber sido consejera», sentenció Goicoechea.
De este modo, trataba de justificar su intervención a favor de un antiguo cliente de su asesoría, la conservera Almanaque de Andosilla, lo que volvió a tratar de justificar relatando que era una empresa pequeña que había tenido un grave accidente laboral y que únicamente se limitó a pedir que se tuviera en cuenta esta circunstancia.
A preguntas de Patxi Zabaleta, representante de Aralar-NaBai, Goicoechea volvió a recurrir a «la costumbre» para tratar de justificar una irregularidad. Se trata del Consejo de Gobierno de Hacienda, un órgano que preside Goicoechea y que reconoció que no se ha reunido, ni tiene nombrado secretario ni ha elaborado actas a pesar de ser preceptivo. «Deberíamos haber reunido, pero no lo hemos hecho», llegó a reconocer.
Se lía con la CAN
Goicoechea no estuvo tampoco especialmente acertada en lo que se refiere a su actuación reclamando datos sobre retribuciones de la CAN a instancias de Yolanda Barcina, tal y como denunció Idoia Nieves.
Ayer negó que hubiera pedido esos datos cuando en las comparecencias de prensa que realizó en la sala de prensa del Gobierno tras la intervención de Nieves en el Parlamento el 11 de febrero -el mismo 11 por la tarde y el 12 por la mañana- sí reconoció que había pedido esos datos para que Barcina pudiera devolver las dietas que cobró de la CAN mientras el tema estaba judicializado.
En la comparecencia de ayer intentó justificar esta contradicción en un informe elaborado por Nieves para señalar que únicamente preguntó por la posibilidad de reclamar esos datos. Sin embargo, el informe deja en evidencia que se realizó después de que la vicepresidenta hubiera pedido esos datos.
Goicoechea reconoció que reclamó información sobre cuatro establecimientos de hostelería que fueron inspeccionados por Hacienda, pero trató de quitar hierro a esa intervención. «Como responsable del Departamento de Hacienda es mi deber preguntar por este tipo de actuaciones, pero eso no significa que yo haya intervenido», declaró.
Asimismo, Goicoechea volvió a señalar que no reclamó el Plan de Inspección a Nieves durante la comida que mantuvieron en el restaurante El Merca'o de Iruñea y añadió que «yo también me pregunto por qué dijo eso».