En sendas comparecencias celebradas en Donostia e Iruñea, las representantes de estos colectivos han dado lectura al texto consensuado de cara a la jornada de este sábado, Día de la Mujer, para el que han convocado manifestaciones en la cuatro capitales: en Iruñea a las 12.00 en la Plaza del Castillo, en Gasteiz a las 12.30 en la Plaza San Antón, en Donostia a las 19.00 en el Boulevard y en Bilbo a las 19.00 en el Arriaga.

Bajo el lema «Gure askatasuna borrokatuz. El derecho a decidir es nuestro», la declaración denuncia que se trata de «imponer y recrudecer el sistema heteropatriarcal» con «sucesivos decretos, reformas y recortes sociales» que suponen «un ataque sin precedentes a los derechos de las mujeres ganados a pulso durante décadas».

Dicho retroceso tiene uno de sus puntos álgidos en el proyecto de reforma legislativa sobre el aborto que, en su opinión, supone «una auténtica declaración de guerra» que trata de imponer «un modelo de feminidad» según el cual su «función principal» es la reproducción, siempre «dentro del marco de la heterosexualidad».

«Esta reforma de la ley del aborto, ultraconservadora y dictada por los poderes de la iglesia católica, nos niega el derecho a decidir sobre nuestras vidas y nuestros cuerpos, nos humilla y desprecia al obligarnos a ser madres contra nuestra voluntad», prosigue el comunicado.

Los colectivos feministas y de mujeres también reclaman «el acceso libre y gratuito a la reproducción asistida para lesbianas y mujeres sin pareja masculina», con el fin de que «los derechos reproductivos sean universales y no sesgados por prejuicios heterocentrados».

Recortes a la dependencia

Asimismo, denuncian los «recortes brutales en las ayudas al cuidado de personas dependientes, quieren que seamos nosotras, las mujeres, las que asumamos todo este trabajo de cuidados, un trabajo invisibilizado, no reconocido y altamente precarizado, a la vez que imprescindible para que el sistema capitalista pueda seguir funcionando».

Las coordinadoras feministas saldrán este sábado a la calle para exigir su derecho a «una maternidad elegida, sin imposiciones ni prohibiciones», sin que se cuestione su «derecho a decidir» ni se las trate como «seres tutelados e incapacitados».