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Barcelona

Incidentes tras el desalojo y derribo del edificio Can Vies, en el barrio barcelonés de Sants

El barrio barcelonés de Sants está siendo el escenario de altercados después de que los Mossos hayan desalojado el inmueble de Can Vies, que llevaba 17 años ocupado y acogía diferentes actividades sociales y culturales.

Los Mossos han accedido a la azotea con una grúa. (AFP PHOTO)
Los Mossos han accedido a la azotea con una grúa. (AFP PHOTO)

El desalojo ha comenzado sobre las 13.30 por orden judicial, tras el fracaso de las negociaciones entre el Ayuntamiento de Barcelona y los jóvenes que ocupaban esta casa. Estos contaban con el respaldo de las asociaciones vecinales del barrio y otras entidades cívicas, que han acusado al Consistorio barcelonés de «ser incapaz de entender que existen formas de organizarse más allá de las institucionales» y de querer «vaciar el edificio de vida, derribarlo y llenarlo de gris cemento».

El inmueble pertenece a la compañía Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). En un comunicado, TMB ha asegurado que los terrenos «se pondrán a disposición de la ciudad para desarrollar el planeamiento existente y completar la urbanización del entorno de las vías férreas de Sants y la estación de metro de Mercat Nou. TMB no ha pretendido en ningún momento obtener un provecho o rendimiento inmobiliario del solar, ya que la gran mayoría de la superficie está afectada por el planeamiento urbanístico vigente y no es edificable».

Los jóvenes habían protegido con barreras y redes la terraza de la torre de la casa, que funciona como atalaya, adonde se han encaramado los agentes subidos en una grúa. Varias calles adyacentes a la casa han sido cortadas por la policía, que ha desplazado al lugar una veintena de furgonetas de la Brigada Móvil. Al mismo tiempo, decenas de personas se habían congregado en la plaza de Sants en apoyo de los jóvenes, entre ellos el diputado de la CUP, David Fernández.

El desalojo, según fuentes policiales, se ha prolongado hasta las 19.00. Las doce personas que resistían en el interior han sido identificadas y seis de ellas acusadas de un delito de desobediencia «por ofrecer resistencia activa». El edificio ha comenzado a ser derribado minutos después.

Poco más tarde, en las calles adyacentes, ha comenzado una manifestación de protesta. Al término de la misma se han producido enfrentamientos entre un grupo de encapuchados y agentes policiales. Se han cruzado contenedores y roto cristales. También se ha quemado una unidad móvil de TV3, que ha quedado destrozada. Por su parte, los agentes han empleado material represivo y han tratado de asaltar la sede del semanario Directa, rompiendo uno de sus cristales.