Cuatro navarros hablando de Nafarroa y con un denominador común: la apuesta por la libre decisión ciudadana como solución. Esquivando la espinosa cuestión de si hay o no un proceso de paz, Aoiz ha apostado por impulsarlo, porque de paso este proceso ofrece una opción de «radicalización democrática».
Ha puesto sobre la mesa «tres palabras clave: debate, decisión y democracia. Aunque se esté totalmente en contra de esto último, podremos coincidir en que es mejor que se puedan decidir más cosas. Cuanto más pueda decidir la sociedad, mejor. Creo que esta es una referencia que puede unirnos».
También para Enériz la decisión de la ciudadanía navarra es la clave. En su análisis ha destacado que Nafarroa ha sido tomada muchas veces por unos y otros como «objeto», priorizando el territorio y la legitimidad histórica, y no como «sujeto», es decir, colectividad de personas.
Saluda que esta segunda concepción esté ganando vigor. Pero teme que se pueda producir una división en dos comunidades ideológicas, lingüísticas e incluso territoriales. Para evitarlo defiende como vía válida garantizar la decisión de todos («una persona, un voto») y además tejer puntos de encuentro («hay que preguntarnos ‘qué estoy yo dispuesto a ceder para convivir en Navarra’»).
Mikel Armendariz y Mirentxu Purroy han destacado la pujanza ciudadana en Nafarroa, en contraposición con la actitud de su gobierno. Especialmente crítica ha sido la periodista, que ha cargado con dureza contra la actitud de Yolanda Barcina, a quien ve «a la derecha de Covite, FAES y Rajoy». No obstante, cree que «sin ser noticia ni generar un titular, la ciudadanía está haciendo posible la concordia. Hay solución, solo hay que poner el foco en la cuestión del entendimiento».