Ramón SOLA
IRUÑEA

Expertos abogan en el Foro Social por desmitificar las mesas de negociación

La segunda edición del Foro Social para Impulsar el Proceso de Paz ha comenzado esta tarde en Iruñea con una primera mesa redonda dedicada al asunto de la participación social. Tanto Kristian Herbolzheimer, de la ONG Conciliation Resources, como Theodore Murphy, de Berghof Fundation, han incidido en desmitificar las mesas de negociación como única forma de solución y subrayar que los procesos de paz son algo mucho más amplio, como se demuestra obviamente en Euskal Herria, pero también en Colombia, Filipinas, Sudan o Siria.

Imagen de la primera mesa redonda del Foro Social. (Iñigo URIZ/ARGAZKI PRESS)
Imagen de la primera mesa redonda del Foro Social. (Iñigo URIZ/ARGAZKI PRESS)

Kristian Herbolzheimer ha intervenido en Colombia y Filipinas y conoce bien el proceso vasco, del que ha destacado que es referencia mundial innovadora por su unilateralidad. Sin obviar que la «parálisis institucional» es un problema a superar, ha destacado muy positivamente la solidez que ese diseño proporciona. Considera que las mesas de negociación al uso tienen varios problemas: «son elitistas, machistas, premian la violencia, son políticamente frágiles, y, en definitiva, son ineficientes». En consecuencia, asegura que dan pie a procesos que «nunca cumplen las expectativas que generan».

Este catalán de nacimiento que trabaja en Londres ha aportado una idea concreta para Euskal Herria: un proceso similar al que se desarrolló en Filipinas en 1992-1993, que consistió en preguntar a la población qué era para ellos la paz. De ahí salieron «seis caminos para la paz», una especie de consenso general. Herbolzheimer invita a preguntar «cuáles son las vías vascas hacia la paz» y a emprender desde ahí un proceso «de abajo a arriba», que vaya sumando instituciones locales, diputaciones, gobiernos y llegue al final hasta Madrid y París.

Murphy, por su parte, ha analizado el concepto de «diálogo nacional», en boga en el ámbito de la resolución de conflictos y que considera aplicable al caso vasco. Se trata de una fórmula que trasciende a la de la negociación clásica entre dos partes, bloqueada en Euskal Herria por la negativa de los estados. Ha detallado cómo se está impulsando en Sudán tras constatar que los acuerdos de paz en mesas de negociaciones fracasaban una y otra vez, y también ha explicado los movimientos incipientes para ese diálogo nacional en Siria después de apreciarse que los procesos entre solo dos partes no suponían una solución global y efectiva.

Por otro lado, Herbolzheimer se ha mostrado optimista sobre los procesos de solución a conflictos violentos largos como el vasco. Cree que hay dificultades para hallar salidas a los nuevos de Oriente Medio o el Norte de Africa, pero que los de larga duración se van encauzando, en gran parte por el hastío de las sociedades correspondientes, y añadiendo que se va haciendo en casi todos los casos sin vencedores y vencidos.