Oihane LARRETXEA
DONOSTIA

La Fundación Kutxa adeuda 21 millones en préstamos para Onkologikoa

La Asamblea General de Kutxa aborda hoy las cuentas de su Obra Social, tanto de 2013 como de este año, para el que prevé 17 millones. Visiblemente menguada, tiene que hacer frente, además, a 21 millones de deuda por préstamos.

A las 16.00 de esta tarde Kutxa celebra en su sede de la calle Andía de Donostia una Asamblea General Ordinaria, donde, entre otras cuestiones, se tratará la transformación de la caja en fundación bancaria. Pero además, en esta cita las cuentas de la Obra Social de la entidad financiera volverán a ser diseccionadas. Sus números siguen menguando; tanto que el presupuesto del año pasado, de 7,4 millones de euros, no llegó ni a la mitad de lo que estimaron en el «escenario pesimista» que dibujaron, situado en 18,5 millones de euros. El más optimista hablaba de unos utópicos 28 millones de euros.

Las cifras, que hablan por si solas, no casan con lo que los gestores de la caja defenderán hoy en la asamblea sobre las líneas generales de actuación en la Obra Social. «Independientemente de la estructura de funcionamiento de Kutxa y sus fundaciones -dice textualmente el documento-, seguirán actuando proactivamente para impulsar y sostener proyectos que garanticen un progreso social sostenible y solidario».

Según la documentación a la que ha tenido acceso GARA, para este año se ha estipulado un presupuesto de 17 millones de euros para la Obra Social, cuya actuación se quiere regir por una «gestión prudente». Es ese, al parecer, el «reto» que se han marcado sus gestores. La aspiración es «materializar el presupuesto con la aplicación de fondos procedentes del dividendo percibido de Kutxabank; tanto el ya repartido como dividendo complementario de 2012, como el dividendo ordinario de 2013».

De esos 17 millones para este ejercicio, 8,33 millones llegan desde dotaciones de Kutxa; los otros 8,6 millones desde una «dotación extraordinaria de Kutxa». Esta última cuantía son beneficios de Kutxabank del2012 que debieron cobrarse en 2013. No obstante, Kutxa los cobró el 2 de enero de este año, tal y como ha sabido este diario.

Cuentas de crédito y préstamos

Denominado como «Cargas y Gastos financieros», la Obra Social prevé destinar este año casi 2,2 millones de euros para hacer frente, entre otros gastos, a los intereses y amortización de una cuenta de crédito de 16 millones de euros que Fundación Kutxa solicitó a Kutxabank en 2010, cuando se abrió el actual Onkologikoa, junto al Hospital Donostia. Con unos intereses del 3%, debía terminar de pagarlo en tres años, condición que no cumplió.

No obstante, y según las fuentes consultadas por GARA, al no cumplir con los plazos marcados, esta cuenta de crédito pasó a ser un préstamo, escenario en el que Kutxabank salía beneficiada. La entidad financiera le puso dos condiciones a cumplir a partir de este 2014 para cambiar la cuenta de crédito a préstamo. La primera, hipotecar el antiguo Onkologikoa, ubicado en el barrio donostiarra de Egia; y la segunda, «promesa de prenda a favor de Kutxabank por los bienes del patrimonio histórico» de Kutxa: inmuebles, obras de arte, fototeca... el 80% de los beneficios por estas ventas van directamente al banco. Es decir, se desprende de su propio patrimonio para hacer frente a la deuda adquirida.

No es la única cuenta pendiente. Kutxa, cuando traspasó Onkologikoa a la Fundación Kutxa, generó 4,2 millones de euros en IVA, pero en aquel momento se negó a devolverlo a la Diputación Foral de Gipuzkoa, tal y como correspondía. El último presupuesto de la Obra Social también contempla una partida para sufragarlo a plazos, con arreglo a los 2,2 millones antes citados.

También existe otro crédito de 5,5 millones de euros con Kutxabank para financiar el gasto corriente del funcionamiento de Onkologikoa, por lo que asciende a 25 millones de euros lo que la Fundación Kutxa tiene pendientes de pago -21 por préstamos a Kutxabank y 4,2 a la Diputación-.

Onkologikoa y otros proyectos

Si se repasan de nuevo las cifras, salta a la vista que los créditos en cierta medida, han derivado en Onkologikoa, un centro de última generación y que, sin embargo, tal y como han denunciado en el último año los profesionales que allí trabajan, está infrautilizado. Al mismo tiempo, e ignorando las peticiones tanto del Parlamento de Gasteiz como del Ayuntamiento donostiarra, Kutxa y el Departamento de Salud de Lakua se niegan a integrarlo en la red pública sanitaria para sacarle el máximo rendimiento.

Curiosamente, en un documento llamado «Líneas Generales de actuación de Kutxa 2014. Obra Social» que obra en poder de este diario y cuyo contenido se tratará en la asamblea de hoy, el objetivo y «voluntad» de los gestores es que, junto con Onkologikoa, el museo de la ciencia Eureka! y Ekogunea «se autofinancien» porque «consumen una parte importante de los recursos económicos disponibles anualmente».

Esto no es del todo cierto si se repara en lo que realmente ingresó en 2013 la Obra Social a Onkologikoa, a pesar de tener prevista una suma de 2,8 millones, finalmente aportó 464.000 euros, mientras que otros proyectos recibieron cantidades mayores: programa solidaridad KutxaZeharo (500.000 euros), ayudas para investigación (630.000), Sala Kubo y Boulevard (560.000), personal fundación afecto a cultura (709.000)...

Al parecer, el mantenimiento tanto de Onkologikoa, como de Eureka! y Ekogunea como proyectos propios «estará influido por la priorización que marque el Plan Estratégico de la Obra Social que se elabore» durante este ejercicio. Hace referencia a la revisión y redefinición del plan que preven diseñar para el período 2015-2020.

La Asamblea General arranca a las 16.00, pero a las 15.30 organizaciones a favor de un sistema financiero público vasco y en contra de la privatización de Kutxabank harán una concentración en la sede central de Kutxa, en la calle Garibai.

Venta de inmuebles y obras de arte. Razón: Obra Social

La Obra Social de Kutxa busca desprenderse lo antes posible de su patrimonio para ganar liquidez. Los beneficios los necesita para hacer frente a los intereses de los distintos préstamos que tiene suscritos con Kutxabank, pero también para mantener a flote la propia Obra Social.

En setiembre del pasado año GARA informaba de una inminente venta de la Sala Boulevard por un valor de 2,6 millones, y así era. Si todo transcurría tal y como tenían previsto los vendedores, la última exposición debía ser la de diciembre. Seis meses después, este local tan apreciado por la ciudadanía sigue ofreciendo los servicios de siempre.

Según ha sabido este diario, el comprador se echó atrás en el último momento porque, al parecer, su deseo era habilitar la primera planta como vivienda. Al carecer de permiso, la transacción quedó suspendida.

Fuentes conocedoras del caso denuncian que las negociaciones se llevaron a cabo en privado, entre particulares, sin que transcendieran los detalles al Consejo de Administración de Kutxa.

Otras negociaciones están en marcha. Por el momento, Kutxabank ha llegado a un preacuerdo para la venta de la planta baja y el sótano de su sede en la manzana constituida por las calles Getaria, San Marcial, Bergara y Arrasate. La que fue sede de la Caja de Ahorros Municipal (en la actualidad funciona como sucursal y tiene oficinas en las plantas superiores) será, si se cumplen las previsiones, una gran galería comercial de 4.500 m2.

La sucursal que en la actualidad atiende a los ahorradores desde el número 9 de la calle Getaria será trasladará a la vuelta, en la calle Arrasate. La sala de cultura que ofrece actividades de todo tipo desaparecerá.

Asimismo, actualmente Kutxa está negociando con Kutxabank la venta del local que la Obra Social tiene en la calle Garibai. En ese espacio pretendían reubicar la Sala Boulevard y sus exposiciones, pero al no venderla, esta sigue en su localización original. O. L.

 

Pocos cambios tras un año y medio intenso en reivindicaciones

Para los trabajadores de Onkologikoa el último año y medio ha estado marcado por las reivindicaciones y protestas, que reclamaban una integración total en la sanidad pública. También por las denuncias, que alertaban de una posible privatización del centro, tras la llegada de unos gerentes que provenían de la empresa privada madrileña. Con esta nueva dirección llegaron los recortes, y se sucedieron las movilizaciones.

Entonces se conocieron las horas más bajas de Onkologikoa, con una ocupación que llegó a rondar el 30%. De las 75 camas, apenas una decena estaban ocupadas y en dos meses se registró un descenso en pacientes de un 15% respecto a todo el año anterior.

Fuentes que conocen a la perfección su funcionamiento, relevan a este diario que a día de hoy el nivel de pacientes ha aumentado con respecto al año pasado, extremo que se explica con la integración funcional de los departamentos de Radioterapia y Física médica que comenzó en diciembre. Ahora, hay única lista de espera. Ello habría propiciado que el acelerador que el año pasado se paró por las tardes haya entrado en funcionamiento. Si se cumplen las previsiones, los siguientes servicios a integrarse serán Hematología y Oncología, en setiembre u octubre.

Lo que no ha cambiado, al parecer, es el estado del control de la primera planta, que continúa cerrado. Tampoco se hacen contrataciones de personal eventual.

En cuanto al presupuesto con el que cuenta este año, Lakua anunció que aportará un techo de 23 millones de euros, mientras que la Obra Social prevé donar 2 millones de euros. Sin embargo, y a la vista de lo que finalmente aportó, en el centro son escépticos. O. L.