La ONU ha estimado que al menos 5.576 civiles han fallecido en Irak en el marco de la ofensiva del Estado Islámico. En un informe publicado este viernes, acusa tanto a milicianos como a las fuerzas del Gobierno iraquí de cometer delitos que podrían constituir crímenes de guerra.
El pasado mes de enero, los insurgentes suníes comenzaron su operación a gran escala para apropiarse de amplias zonas de Irak, apoderándose de Faluja. El mes pasado, el Estado Islámico amplió su ofensiva al norte del país, incluyendo la ciudad de Mosul.
En el informe de hoy, la ONU acusa al Estado Islámico de ejecutar civiles, cometer actos de violencia sexual, secuestros y ejecuciones selectivas; y a las fuerzas del Gobierno de llevar a cabo «ejecuciones sumarias y extrajudiciales» a prisioneros y detenidos que podrían constituir crímenes de guerra.