R.S. DONOSTIA

El anuncio de ETA satisface a EH Bildu y obliga a Lakua a cambiar el discurso

El anuncio de ETA de una profunda transformación que incluye el desmantelamiento de las estructuras derivadas de la acción armada ha satisfecho plenamente a las formaciones de EH Bildu y ha sido recibido también de modo positivo, aunque a regañadientes, por el Gobierno de Lakua. En este caso, lo más significativo es que vuelva a mostrarse comprometido a colaborar con los agentes internacionales, tras el plantón dado a Powell y McGuinness.

En pleno domingo estival, la totalidad de los principales partidos vascos (salvo Sortu que lo hará hoy en rueda de prensa), así como el Gobierno de Lakua, valoraron por su importancia el comunicado de ETA difundido por Naiz y GARA, en el que da a conocer una profunda transformación para adaptarse al nuevo tiempo.

El calado de las medidas tomadas, entre las que destaca el desmantelamiento de las estructuras logísticas y operativas con las que atentó durante casi medio siglo y los preparativos para el sellado completo de su armamento, suscitó un evidente cambio de tono y contenido en el discurso del Gobierno de Lakua. Si bien el lehendakari, Iñigo Urkullu, que el sábado se había declarado «exasperado» por la falta de noticias de ETA, decidió mantenerse ayer en silencio, su portavoz, Josu Erkoreka, recalcó la voluntad del Ejecutivo de colaborar con los agentes internacionales. Apenas 24 horas antes, Urkullu había dado por «quemadas» a figuras como Jonathan Powell y Martin McGuinness y había acusado de ello a la izquierda abertzale.

Erkoreka compareció de urgencia en Bilbo para afirmar que Lakua trabajará para «hacer efectivo un fin verificable, ordenado, definitivo e irreversible» de ETA y concretar que está dispuesto a «colaborar con quienes en el ámbito internacional vienen trabajando en la verificación del fin definitivo».

A partir de ahí, Josu Erkoreka reiteró las críticas a ETA, llegando a comparar su actitud actual -en el proceso unilateral de avance que lleva la organización- con la de las anteriores décadas de atentados. Para el portavoz de Lakua, «la sociedad vasca ni se mereció el trato cruel que le dio ETA hasta que decidió el cese de su actividad violenta en un gesto unilateral e incondicionado, ni se merece ahora, 33 meses después, el trato que recibe por una ETA que quiere condicionar su final a sus conveniencias particulares y a sus intereses temporales».

En la misma línea, apuntó que «la sociedad vasca no tiene nada que agradecerle a ETA» porque «nunca debió existir, y esos arsenales nunca contaron con la comprensión ni con el beneplácito de la sociedad».

Mucho más efusiva ha sido la recepción al comunicado entre los partidos que conforman EH Bildu. Especialmente por parte de Aralar, cuyo coordinador general, Patxi Zabaleta, concluyó en Bilbo que ETA «ya ha consumado su desarme». Lo considera «una noticia extraordinaria y beneficiosa para Euskal Herria».

En una comparecencia junto a la secretaria de Organización, Rebeka Ubera, Zabaleta calificó el mensaje de ETA como «una gran aportación en lo referente a la convivencia» porque de él se deduce que «ha efectuado el desarme desde la unilateralidad y, como consecuencia de ello, se ha convertido en una organización civil». Y lo contrastó con «la irresponsabilidad total del Estado español», cuya actitud «ha puesto en peligro» este proceso. Incluyó en ello al Gobierno de Mariano Rajoy y a «varios partidos españoles». Y apuntó también que el Gobierno de Lakua ha actuado «supeditado o condicionado» a los medios de difusión.

EA y Alternatiba

El líder de EA, Pello Urizar, valoró el comunicado como «un paso» y lo unió al dado en febrero con la imagen inédita del inicio del inventariado y sellado de armas, que recordó que algunos «intentaron ridiculizar».

Tras censurar que el objetivo del PP es concluir «con un escenario de vencedores y vencidos, como en 1939», Urizar criticó a PSOE y PNV por avalar esta misma estrategia. Y mirando ya hacia adelante, subrayó la voluntad mostrada por ETA de llegar al desmantelamiento total de su armamento, pese a no percibirse voluntad alguna en el otro lado. Cuestionó así que algunos incidan «en la velocidad» de los movimientos de ETA «cuando están poniendo todas las trabas posibles para que esa velocidad sea mas rápida».

Para Alternatiba, el comunicado emerge como «la prueba definitiva de la determinación de ETA en el proceso de paz y la resolución del conflicto», en palabras de su portavoz, Asier Vega.

Vega estimó que «se abre una vía para superar las consecuencias de las diferentes confrontaciones». Y destacó la afirmación de ETA de que «bajo ningún concepto intenta suplantar el papel de los diferentes agentes».

PP y PSOE dicen no ver relevante el desmantelamiento del aparato armado

Silencio o impacto mínimo en los medios y afirmaciones como «nada nuevo» en los dirigentes políticos compusieron la respuesta española al comunicado de ETA, siguiendo férreamente la línea marcada por el Ministerio de Interior, que en la noche del sábado sentenció que no veía nada relevante en hechos como el desmantelamiento de la estructura operativa y logística.

Así, el presidente del PP en Bizkaia, Antón Damborenea, prefirió destacar que ETA «sigue sin entregar las armas ni esclarecer los más de 300 asesinatos». «Dicen que se van a transformar y es evidente que cualquier cosa que no sea la disolución es una mala noticia no solo para las víctimas, sino para todos los demócratas», añadió.

Afirmó igualmente que a su partido «le da absolutamente igual» que ETA verbalice una apuesta por la «política democrática», ya que «lo que les exigimos es que se disuelvan incondicionalmente y desaparezcan». En consecuencia, recalcó que lo que toca es «continuar con la labor de la Guardia Civil, Policía y Ertzaintza».

El PSE se negó también en redondo a admitir la evidencia y rotundidad de este paso. Evitó cualquier calificativo sobre el mismo y desvió la atención hacia otro punto: pedir a ETA que «deje de marear con comunicados» y tome medidas «sin pasos intermedios».

Lo que corresponde en opinión del PSE, según una declaración escrita de su dirección es «que ETA se disuelva, de una vez, tras entregar las armas»

«Lo que queda de ETA debe saber que la sociedad vasca, que ha sufrido durante décadas el azote del terror, no va a admitir dilaciones ni maniobras calculadas en el camino que le queda por recorrer», añade este comunicado del partido dirigido por Patxi López.

«El de su desaparición es el único anuncio que los socialistas esperamos de ETA. Sería también el mayor favor que puede hacer a sus presos y al cierre progresivo de las heridas que ha dejado detrás», apostilla.

Más consciente de la importancia del comunicado pareció Gorka Maneiro, parlamentario de UPyD, ya que planteó expresamente a medios y políticos que «no hay que hacerles demasiado caso».

Entrevistado en la Cadena SER, Maneiro pidió a los políticos que no se entretengan en «hacer de comentaristas de lo que dice ETA».

Las organizaciones más derechistas optaron por los estrambotes habituales. Es el caso de Covite, que imputó a la organización vasca un intento de «manipular a la sociedad con teatros que buscan perpetuar su existencia» y cargó acto seguido contra Lakua al exigirle que colabore con el resto de las FSE.

En cuanto a Dignidad y Justicia, llamó la atención sobre el punto en el que ETA explica que no desea suplantar a ningún partido. Lo toma como una señal de que «Sortu o Bildu forman parte del mismo entramado terrorista», de modo que incide en su demanda habitual de que «deben ser ilegalizados inmediatamente».

McGuinness: «Gran paso adelante»

De regreso a Irlanda desde Euskal Herria, el viceministro principal del Gobierno norirlandés y parlamentario de Sinn Féin Martin McGuinness no tardó en acusar recibo del anuncio de ETA. Lo ve como «un gran paso para avanzar en el proceso» e insta al resto de agentes a aprovechar la ocasión.

En una declaración colgada en la web de Sinn Féin, McGuinness recuerda las reuniones mantenidas esta semana por él y Powell y las califica de «muy positivas» en la medida en que «es evidente que en la sociedad vasca existe un apoyo abrumador a la resolución del conflicto». En consecuencia, esta figura clave en el proceso de paz irlandés emplaza a los otros actores en el conflicto a usar positivamente esta oportunidad. «Hay una serie de medidas de fomento de la confianza que se pueden adoptar», dice, y cita entre ellas la puesta en libertad de los presos gravemente enfermos y de Arnaldo Otegi, así como el traslado de todos los prisioneros cerca de sus familias. «Esas y otras medidas facilitarían el avance del proceso de paz», concluye McGuinness desde su enorme experiencia.

Lokarri, que juega un papel central en este terreno de la implicación internacional, ve un «paso importante» en las decisiones de ETA, aunque matiza que «el desarme total y completo daría aún más garantías de irreversibilidad y seguridad, tanto a la sociedad vasca como a todas aquellas personas que estuvieron amenazadas».

Consciente «de las dificultades existentes para avanzar en el desarme dada la absoluta falta de colaboración del Gobierno español», Lokarri pide a ETA que siga efectuando movimientos unilaterales.