En una entrevista que este domingo publica el diario colombiano ‘El Tiempo’, Santos afirma que no quiere poner «fechas fatales» a la negociación con las FARC y destaca que esta se encuentra en «un momento crucial» en el que, si no avanza, va a retroceder.
En su opinión, se trata de un período importante en el proceso de paz porque «ha llegado el momento de tomar decisiones difíciles» que tienen que ver directamente con el fin mismo del conflicto armado que vive Colombia desde hace más de 50 años.
Una de las decisiones más importantes que deben tomarse es la aplicación de la denominada justicia transicional, que permitiría procesar solo a los máximos responsables de los delitos graves durante el conflicto, lo que, asegura, «no es impunidad», como se ha criticado desde algunos sectores políticos de Colombia.
El jefe de Estado explica que ahora los negociadores están abordando este punto para ver cómo se va a desarrollar.
Puntualiza que la dificultad radica en que será el primer país que aplique el Tratado de Roma para poner fin a un conflicto armado, lo que sentará un precedente que podrá utilizarse en otros casos.
En referencia a dicho tratado, Santos precisa que implica que «no haya impunidad, que se respeten los derechos de las víctimas: el respeto a la verdad, a la justicia, a la reparación y a la no repetición», unos principios que serán respetados, por lo que «no puede haber impunidad».
Preguntado por la inquietud que puede generar entre la sociedad el lento avance del proceso de paz, Santos considera «natural» que haya impaciencia, pero recuerda una conversación que mantuvo con la canciller alemana, Angela Merkel, en un reciente viaje al país europeo en la que le dijo que «dos años de conversaciones para un conflicto que lleva 50 años no es un largo tiempo».
Esta semana se cumplirán dos años desde que se iniciaron las negociaciones de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), un período durante el cual se ha llegado a preacuerdos sobre tres de los cinco puntos de la agenda, a los que se añadirá uno adicional que especificará cómo se implementarán los mismos.
Inicialmente Santos afirmó que las negociaciones iban a tener un tiempo medido «en meses, no en años», un período que en diciembre de 2012 extendió hasta noviembre de 2013, como máximo, y que actualmente sigue sin estar definido, ya que las conversaciones se encuentran en el cuarto punto de la agenda.