La emisión del documental ‘Ciutat Morta’ en TV3 ha reabierto las heridas del caso 4F en Barcelona. Los condenados han pedido a la Fiscalía la reapertura del caso, ya que se consideran «víctmas de un montaje policial» y entienden que hay suficientes indicios para que se vuelva a estudiar. Asimismo, y pese a que consideran que hay suficientes motivos para actuar de oficio, no descartan aportar nuevas pruebas.
En una comparecencia realizada en la capital catalana, los condenados han exigido la reapertura del caso por el que fueron condenados. Se les acusó de haber lanzado una piedra que dejó en estado vegetativo a un guardia urbano la madrugada del 4 de febrero de 2006.
Durante el proceso fueron condenadas otras seis personas, entre las que se encontraba Patricia Heras, quien se acabó suicidando durante un permiso penitenciario. Rodrigo Lanza, condenado a cinco años, la ha recordado: «A Patri nadie le va a poder devolver la vida. Nadie ha pedido perdón». Asimismo, ha exigido que se restaure su inocencia, la que considera «más que probada».
La abogada Laia Serra, que actuó como observadora durante el juicio, ha afirmado que hubo «insuficiencias en la investigación, denegación de pruebas de forma sistemática y una sombra de duda sobre la imparcialidad del tribunal».
La CUP lo llevará al Parlament
Quim Arrufat, diputado de la CUP, ha asegurado que la formación está «estudiando la forma más efectiva» de llevar el caso al Parlament, para exigir responsabilidades. Arrufat ha subrayado que hay «cero ganas políticas de reabrir el caso», debido a que el 4F tiene responsabilidades políticas en el anterior Gobierno municipal, en la Guardia Urbana y en la Justicia.