El triunfo le permite al Gipuzkoa Basket tomar distancia sobre la zona delicada y dejar a dos partidos a un rival directo, mientras que los andorranos suman su séptima derrota consecutiva y no salen del bache.

El primer cuarto del Gipuzkoa ha sido espléndido y el del Andorra para olvidar. Dean, con once puntos, y Dani Díez han martilleado a unos locales que encadenaban fallo tras fallo y han encajado un 12 a 25 que hizo mucho daño.

No han sido diferentes las cosas en el segundo cuarto, con un Gipuzkoa que ha tirado de oficio, y que ha tenido a Díez enchufado. Dieciséis puntos llevaba el alero en el descanso –ha acabado el partido con 32 y seis triples de siete intentos– y las diferencias han llegado a aumentar hasta los diecinueve puntos.

Tampoco ha sido capaz el Andorra de recortar distancias en el tercer acto. El partido no cambiaba el guión en ningún momento. Díez seguía estelar y los guipuzcoanos devolvían con acierto cualquier intento de aproximación de los locales. Los 21 puntos de diferencia parecían definitivos y el último cuarto solo ha servido para que los de Peñarroya, que ha recibido una técnica, maquillaran el resultado.

El Gipuzkoa Basket ha agotado osesiones, ha jugado con cabeza, dosificado un magnífico 50% en triples –11 de 22 intentos– y ha llegado cómodo al final para lograr una victoria más que merecida.