La confesión del exgerente de Osasuna Ángel Vizcay de que pagó a jugadores del Betis para amañar partidos ha supuesto un terremoto en Nafarroa. El Gobierno acaba de poner en marcha un plan de rescate al club que incluye la entrega de cuatro millones de euros. Supuestamente, el objetivo de dicho plan era que el club rojillo recuperara la categoría y volviera a ser rentable. De este modo, podría afrontar sus deudas con la Hacienda Navarra. El portavoz del Gobierno navarro acaba admitiendo que sabía que se investigaba al club, aunque se resiste a admitir que Osasuna le engañó al relatar la situación real del club cuando negociaron la ley.
Sánchez de Muniáin sostiene que el Gobierno hizo lo correcto al empezar con el plan de rescate al club antes de conocer el resultado de las auditorías que tendrán que hacerse en virtud de la nueva ley. Asimismo, ha asegurado que la información que el Gobierno tiene sobre Osasuna es la que le fue trasladada a Hacienda y que se empleó para hacer los sucesivos aplazamientos de deuda.