El ex viceprimer ministro y líder de la oposición extraparlamentaria rusa, Borís Nemtsov, ha muerto en pleno centro de Moscú tras recibir al menos cuatro disparos en la espalda.
El presidente ruso, Vladímir Putin, no ha tardado en señalar que el crimen «tiene toda la pinta de un asesinato por encargo, de carácter sumamente provocador» y ha asumido personalmente el control sobre la investigación.
Putin «ordenó a los jefes del Comité de Instrucción, el ministerio de Interior y el Servicio Federal de Seguridad (FSB, en sus siglas en ruso, antiguo KGB) crear un grupo de investigación y seguir personalmente la marcha» de las investigaciones.
«Han tirado el guante. Ha sido asesinado un oponente personal de Vladímir Putin», ha afirmado el líder del partido opositor Yábloko, Serguéi Mitrójin, que ha calificado el crimen de un «acto terrorista».
El abogado del político opositor, Vadim Prójorov, ha aseguradp que ya hace varios meses Nemtsov fue amenazado de muerte en las redes sociales.
Mientras, el CI maneja varias versiones de los hechos, entre ellos el asesinato a manos de sicarios motivado por la actividad política de la víctima, ha señaladp la portavoz del órgano judicial ruso, Yulia Ivanova.
La muerte se ha producido a menos de dos días de la marcha de protesta antigubernamental convocada para este domingo en la capital rusa, en la que la oposición prevé exigir al Kremlin poner fin a la injerencia en los asuntos de la vecina Ucrania.