Los dos clubes han reclamado que «el trato sancionador sea exactamente igual» al de trifulcas precedentes «y que, por tanto, se permita a los jugadores seguir compitiendo».
Han recordado que el último caso de similares características data de 2004 en un partido entre Real Madrid y el Estudiantes, que se zanjó «con multas de carácter económico»: Rubén Garcés fue sancionado con 3.000 euros, Moustapha Sonko con 500 y Hernán Jasen con otros 300.
A diferencia de los incidentes del domingo en Mibibilla, aquel episodio se cerró sin castigos de carácter deportivo, han subrayado Bilbao Basket y Baskonia, que han recordado que los dos casos han tenido al mismo juez, Juan Ramón Montero Estévez, quien ha tomado «decisiones muy distintas» en cada uno de ellos.
«A hechos exactos, debieran corresponder sanciones iguales y más cuando aquellas sentencias sobre aquel partido entre Real Madrid y Estudiantes fueron elaboradas por el mismo juez y respaldadas por la propia ACB», inciden en su escrito los dos clubes.
En relación a la trifulca del domingo en Miribilla, Baskonia y Bilbao Basket recuerdan que los incidentes han sido «constantemente repudiados por jugadores, entrenadores y directivos de ambos clubes de manera inmediata».
El arrepentimiento fue «real y constante, con una continuidad en la petición de disculpas incluso durante los días posteriores al suceso», lo que supone una «reacción excepcional si se compara con otros casos. Además, ambos jugadores no tienen ningún historial de este estilo en toda su carrera profesional».