Según los testimonidos recabados, estas personas fueron enterradas entre el 22 y el 24 de mayo de 1938. El inicio de los trabajos ha sido «emocionante» y «muy esperado», ha señalado el teniente de alcalde, Raúl Maiza, quien se ha acercado al lugar junto con numerosos vecinos, algunos de los cuales sabían «de toda la vida» que los restos se encontraban allí.

Estas inhumaciones están localizadas en la Fosa del Camino del Agua, en el denominado paraje de Esparteta que está ubicado en terrenos de titularidad comunal, un lugar cercano al pueblo. Poco después de comenzar la excavación se han encontrado los primeros huesos.

Según ha comentado el alcalde Xabi Lasa, la ubicación de estos restos estaba localizada tanto por los testimonios existentes como por una prospección por GPS que se hizo en su momento y que permitió disponer de unas coordenadas.

Los cinco restos pertenecen a cinco personas que estaban prisioneras en el fuerte y que, tras la gran fuga del 22 de mayo del 38, que finalizó con más de 200 fallecidos, fueron detenidaos por los guardias y llevadas a la escuela de Berriozar.

Tras permanecer en ese lugar una noche, donde les dieron de cenar y les ofrecieron la confesión, a la mañana siguiente mandaron a unos del pueblo a hacer un agujero y allí les enterraron después de fusilarles.