Martí sabe de lo que habla. Y cuando avisa de que el Barça «está como una moto», ojo. Pero deja abierta la sorpresa...

¿El Barça empieza ya 1-0 por jugarse en el Camp Nou?

El Barça está como un cohete juegue donde juegue. El campo es el factor que menos puede influir. La verdadera influencia está en el juego y en los estados de forma. El Barça, como una moto.

¿2-0, entonces, por cómo vienen lanzados los de Luis Enrique?

Está claro que Messi y los suyos llevan una temporada fuera de serie.

¿Qué le ha dado el técnico asturiano a este equipo para que recupere ese hambre de ganar todo?

Buena organización, normas de conducta y exigencia interna.

¿Por qué cualidad se distingue ahora mismo este Barça?

Por el dominio del juego de posición combinado con un contraataque formidable.

¿Cómo se le gana a este Barça de dientes afilados en una final, si conoce el secreto?

Quizás se le gana atacándole.

¿Pero a la postre es el Barça el que te va a marcar cómo vas a jugar tú?

El Barça lleva años siendo un equipo muy dominante, de los que marcan el ritmo del partido y lo que puede suceder. No es fácil quitarle ese dominio ni esa jerarquía. Esta temporada le han ganado pocos equipos y no ha habido una sola manera, sino dos totalmente opuestas: le ha ganado un rival que se encerró a defender y le venció por un contragolpe, y le ha vencido quien le ha atacado desde el principio sin límite. Pero han sido minoría porque es un equipo formidable. Que nadie se engañe: el Barça es el mejor equipo del mundo de la última década, con los altibajos conocidos.

A un partido todo es posible... ¿consuelo de los de Bilbo?

Dudo mucho que el Athletic salga derrotado de antemano. Al contrario, imagino que saldrá convencido de que es posible.

¿Ve al Athletic capacitado para dar la sorpresa o este Barça es demasiado Barça para ganarle a base de ilusión, correr y ganas?

La ilusión y las carreras son argumentos que se emplean para contentar a los aficionados, pero lo que gana partidos es el juego. El Athletic tiene fútbol y buenos jugadores y la sorpresa es consustancial con el juego. El Barça es favorito, pero ser favorito no sirve de nada.

«Las finales se juegan para ganar»...

Esa frase es un tópico ridículo. ¿Cómo han de jugarse las finales? ¿Para perder? Las finales se juegan sabiendo que no hay segunda oportunidad.

Un mensaje optimista para la gente del Athletic...

El fútbol tiene tal riqueza que nunca existe el imposible.