M. DÍAZ - A. INTXUSTA
IRUÑEA

Barkos será presidenta por 26 votos frente a 17

Uxue Barkos consiguió los votos necesarios para convertirse en presidenta de Nafarroa. Obtuvo la mayoría absoluta después de que su partido, Geroa Bai, consensuara programa y equipo de gobierno con EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra. El PSN prefirió abstenterse, dejando a UPN y PP como los únicos partidos que se oponen al cambio.

Uxue Barkos asumirá el cargo oficialmente mañana. No hubo sorpresas en la votación en el Parlamento después de que el PSN anunciara que se abstendría. De este modo, Barkos recibió 26 votos favorables: 9 de Geroa Bai, 8 de EH Bildu, 7 de Podemos-Ahal Dugu, y 2 de Izquierda-Ezkerra. Votaron en su contra la derecha española de UPN (15) y PP (2), mientras que los 7 del PSN escribieron «abstención» en la papeleta blanca.

El pleno arrancó con palabras de la presidenta del Parlamento, Ainhoa Aznárez, que inició su intervención en euskara, para luego traducir al castellano. Y sin embargo, la traducción no fue del todo fiel y tuvo un detalle significativo. En castellano proclamó «empieza la legislatura» cuando en euskara había dicho «ha empezado la aventura».

A continuación tomó la palabra Barkos. Y lo cierto es que no fue un gran discurso. La candidata se ciñó al protocolo y lo que explicó fue el programa, sin demasiada floritura. De este modo, fue desgranando, pilar por pilar, los compromisos alcanzados dentro de ese acuerdo a cuatro. «Estamos ante un nuevo tiempo, el tiempo de un cambio profundo, de profundas reformas; pero sobre todo, de un cambio en la forma de hacer política», prometió.

Barkos subrayó que accederá a la Presidencia con una enorme legitimidad, recordando que la participación fue superior al 70% en las elecciones. Tenía una mayoría absoluta por la mínima de votos favorables, pero la abstención final del PSN le permitió apuntalar su victoria sobre el ala derecha del régimen. «En números redondos, 200.000 navarras y navarros se manifestaron ayer en favor del cambio, mientras que 100.000 lo hicieron por el continuismo», aseguró la próxima presidenta.

La réplica, uno por uno

La ceremonia, pese a la parsimonia que dicta el Amejoramiento, avanzó con fluidez. La aspirante contaba con tiempo ilimitado, pero no se extendió. El resto tenía un turno de réplica de media hora. Hace cuatro años, Yolanda Barcina esperó a que hablaran todos y luego dio una respuesta general a modo de discurso final. Barkos, no. La candidata tuvo el gesto de replicar, uno por uno, a cada uno de los intervinientes. Lo hizo de modo breve, dejándolo en meros lances dialécticos. Ahí sí se creció y lució tablas. Sobre todo contra una oradora mediocre como Ana Beltrán (PP), a quien supo marear. La segunda intervención de Beltrán fue memorable, pero por incongruente.

El primero en contestar a Barkos fue Javier Esparza, el candidato derrotado de UPN. Intentó estar hosco y beligerante. Pero ese discurso agresivo quedó un tanto postizo, porque justo antes de subir al estrado la presidenta de la Cámara hizo un paréntesis para felicitarle el cumpleaños, y también a Maiorga Ramírez. Después intervinieron Koldo Martínez (Geroa Bai), Adolfo Araiz (EH Bildu), Laura Pérez (Podemos), Beltrán y José Miguel Nuin (I-E). Araiz fue el más extenso y concreto y Pérez, la del tono más crítico.

Aunque Barkos intervino uno por uno, todo fue más rápido de lo esperado. La votación estaba fijada para las siete de la tarde y acabó adelantándose más de una hora. Se hizo al modo tradicional, con urna y papeletas blancas, sin pulsar botones, para que fuera secreto. Se generó así un momento de tensión. Maiorga Ramírez fue dando paso, por orden alfabético, a los distintos parlamentarios para depositar el voto. El Parlamento calló como tomando conciencia de nuevo de la trascendencia del momento tras el relajo de la maratoniana sesión. Fue solo un instante, porque nadie se saltó la disciplina de partido, cumpliéndose así los pronósticos.

Para el anecdotario queda que los que apostaron por Barkos pusieron casi todos «Bai». Del otro lado, la mayoría de votos de rechazo tenían escrito «No», aunque hubo al menos un «Ez». Cabe recordar que en la bancada de UPN se sientan dos euskaldunes: Iñaki Iriarte y Cristina Altuna. Y sin embargo, no fueron los únicos que no utilizaron los cascos de traducción durante el discurso de Barkos (que intercaló euskara y castellano). Fue un gesto de desdén feo en el que incurrieron Juan Luis Sánchez de Muniáin, Carlos García Adanero y Lourdes Goicoechea.

Además de los parlamentarios, ayer estaba presente la presidenta en funciones. Yolanda Barcina, tras conocerse los resultados de la votación, acudió rápidamente a darle la enhorabuena a quien la sucederá en el cargo. Con un abrazo breve acabó el único mandato de cuatro años de la primera presidenta de Nafarroa (logro que alcanzó después de haber sido la primera alcaldesa de Iruñea). Toma ahora el testigo otra mujer, que se convertirá en la octava persona en presidir Nafarroa tras la muerte de Franco.