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Jerusalén

Responsables de la ONU piden el cese inmediato de las demoliciones en Cisjordania

Responsables de organismos de la ONU han mostrado su rechazo a las recientes demoliciones de viviendas llevadas a cabo en los últimos días por Israel en el territorio ocupado palestino de Cisjordania, que han dejado a un centenar de personas sin hogar, más de la mitad menores.

El coordinador para Actividades Humanitarias y de Desarrollo de la ONU para los territorios ocupados palestinos, Robert Piper, y el director de operaciones de la Agencia para los refugiados palestinos, UNRWA, Felipe Sánchez, han expuesto en un comunicado su grave preocupación por las demoliciones, llevadas a cabo por la Administración Civil israelí.

Ese organismo, dependiente del Ministerio de Defensa de Israel, ha realizado en los últimos días demoliciones en comunidades beduinas habitadas por refugiados palestinos vulnerables en áreas C (bajo control de Israel), cerca de Jerusalén Este, añade la nota.

La ONU cifra en 22 las estructuras demolidas en cuatro de estas comunidades, que han dejado 78 desplazados, entre ellos 49 menores, en su gran mayoría refugiados palestinos.

Precisa que las cuatro comunidades están emplazadas alrededor del área conocida como E-1, donde Israel proyecta construir una carretera y un nuevo asentamiento judío. De acuerdo a los datos de la ONU, se trata del mayor número de palestinos desplazados en Cisjordania en un sólo día en cerca de tres años.

«Las demoliciones practicadas ayer tuvieron como objetivo algunas de las comunidades más vulnerables en Cisjordania», ha señalado Piper. Sánchez ha explicado que «muchas de estas familias refugiadas han sido ahora desplazadas cuatro veces en los últimos cuatro años».

A las condenas de la ONU se ha sumado la de la organización israelí defensora de los derechos humanos Betselem, que ha denunciado nuevas demoliciones ocurridas en el Valle del Jordán, también en territorio ocupado de Cisjordania, que han dejado a 48 personas sin hogar, entre los que se cuentan 31 menores.

Según Betselem, los hechos se han producido en un día en el que las temperaturas en la zona marcaron los 41 grados centígrados y «estos planes de expulsión contravienen la legislación humanitaria internacional, que prohíbe la transferencia forzosa de personas protegidas, a no ser que se realice por su propia protección o por una necesidad militar imperiosa».