Serbia y Macedonia han exigido más ayudas y un plan concertado de la Unión Europea (UE) para poder gestionar la crisis humanitaria causada por la ola de refugiados que pasan por dichos países para llegar a Europa Occidental.
Ivica Dacic, ministro serbio de Exteriores, ha señalado en rueda de prensa, antes de comenzar una cumbre regional sobre los Balcanes en Viena, que «esto es un problema de la UE, pero nos exigen a nosotros un plan de acción. Sin embargo, antes que eso, la UE misma debería tener un plan».
Su homólogo macedonio, Nikola Poposki, ha agregado que «a menos que encontremos una respuesta europea, no deberíamos tener la ilusión de que esto pueda ser resuelto». Asimismo, ha destacado que su país recibe cada día unas 3.000 personas que llegan desde Grecia, país miembro de la UE.
Ni Macedonia ni Serbia son países de la UE, aunque ambos tienen el estatus de países en vía de adhesión.
«La peor crisis de refugiados desde la II Guerra Mundial»
Dacic ha calificado la situación actual como la «peor crisis de refugiados desde la II Guerra Mundial» y ha acusado a ciertos países de haber causado los problemas en las zonas de conflicto desde donde llegan los refugiados: «Es fácil entrometerse y luego dejar pagar a otros el precio por ello».
Su homólogo austríaco y anfitrión de la cumbre, Sebastian Kurz, ha calificado ese hecho como «vergonzoso» y ha acusado a las autoridades griegas de trasladar deliberadamente a los refugiados hacia el norte de Grecia, desde donde pasan a Macedonia, Serbia y Hungría.
Hungría está terminando una valla alambrada en su frontera con Serbia, en un intento de frenar la llegada de refugiados.