La candidatura elaborada por CDC y ERC con el visto bueno de las entidades soberanistas para las elecciones del 27 de setiembre, Junts pel Sí, ha presentado esta mañana (después de convocar a los medios a última hora de ayer) el programa con el que acudirá a las urnas. Un programa que, sin aportar grandes novedades, se centra en ampliar la hoja de ruta de un máximo de 18 meses acordada por los dos principales partidos soberanistas ya en marzo pasado.
El presidente de ERC y número 5 de la lista, Oriol Junqueras, ha sido el encargado de presentar el apartado de las estructuras de estado, que el Govern, en caso de victoria independentista, tendrá que desarrollar para garantizar la creación de un estado catalán. Junqueras ha dividido las estructuras en cuatro grandes bloques: las estructuras que garanticen el estado del bienestar (como la agencia de la seguridad social), las económicas (como la hacienda propia), las que posibiliten la gobernanza (dentro de las cuales ha incluido el proceso constituyente) y las destinadas a la proyección al exterior de Catalunya, que tendrán un primer paso con la creación inmediata de la consellería de Exteriores (inexistente en la actualidad). «Tenemos la oportunidad de construir estas estructuras desde cero, es decir, de construirlas de la mejor manera», ha destacado Junqueras.
Por su parte, el presidente de CDC y candidato a la presidencia de Junts pel Sí (número 4 de la lista), Artur Mas, ha sido el encargado de volver a repasar una hoja de ruta de un máximo de 18 meses en la que se incluyen la declaración inicial del Parlament, la construcción de las estructuras explicadas por Junqueras, el intento de negociación con el Estado y con Europa y la aprobación del marco legal transitorio necesario para que «la desconexión se dé siempre dentro de la legalidad». Desconexión transitoria tras la cual llegarían unas elecciones ordinarias (con partidos y proyectos ideológicos diversos), de las cuáles saldría la asamblea encargada de redactar la nueva Constitución, que finalmente debería ser aprobada en referéndum por la ciudadanía. «Este proceso empieza y acaba, siempre, en las urnas», ha subrayado Mas.
Por su parte, el cabeza de lista de Junts pel Sí, Raül Romeva, se ha encargado de la valoración más política del contexto actual, destacando los tres grandes consensos que, a su juicio, se aúnan en el programa de la candidatura conjunta: «la urgencia de garantizar un estado de bienestar para todos», la necesidad de «poner la economía al servicio de las personas y de la justicia social» y la oportunidad de «avanzar hacia la regeneración democrática», ámbito en el que ha querido destacar la imprescindible lucha contra la corrupción.
Bases de la CUP para el acuerdo postelectoral
Paralelamente, aunque preparada con mayor antelación, Ripollet (Barcelona) ha acogido esta mañana la presentación del programa de la CUP, junto al cual la formación independentista ha presentado la Declaración de Ripollet, a modo de declaración de principios y en la que se desgranan los puntos que la CUP considera «irrenunciables» para entrar en un gobierno de concentración. Un escenario factible, ya que si Junts pel Sí no consigue la mayoría absoluta de 68 diputados, los escaños de la CUP serán imprescindibles para seguir adelante con el proceso.
Concretamente, la CUP aboga por que la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) sea la primera acción del nuevo Parlament, del cual debería surgir un «Govern de ruptura» capaz de defender la DUI, aplicar un programa de emergencia (que paralice los desahucios y los recortes), protagonizar el proceso de desconexión (del Estado pero también de la UE, apunta la CUP), garantizar el carácter «popular y autoorganizado» del proceso y buscar «el máximo reconocimiento internacional».
Estos son los cinco puntos irrenunciables de la CUP, en el que apenas se encuentran diferencias insalvables respecto a la hoja de ruta de Junts pel Sí, con excepción de la vocación claramente favorable a la UE de CDC y ERC, y la posición antagónica de la Esquerra Independentista.
Pese a las evidentes diferencias en el tono, en el resto de la hoja de ruta tampoco parece haber diferencias insalvables, ya que la CUP aboga por un proceso constituyente libre de cualquier «dependencia española» que sea refrendado finalmente por la ciudadanía. Eso sí, la formación netamente independentista insiste incansablemente en la necesidad de garantizar el carácter abierto y participativo del proceso constituyente.
La primera encuesta augura la victoria del independentismo
El diario ‘El Punt Avui’ ha publicado este sábado la primera encuesta sobre los resultados del 27S, augurando una amplia victoria del independentismo en número de escaños. En un Parlament en el que la mayoría absoluta se consigue con 68 diputados, Junts pel Sí sumaría entre 65 y 70, mientras que la CUP triplicaría resultados y conseguiría entre 8 y 10. Es decir, los escaños independentistas oscilan entre 73 y 80 (ahora son 74). En porcentaje de votos, la suma de Junts pel Sí y CUP se quedaría entre el 49,5% y el 52,5%.
La encuesta también augura una dura lucha por la segunda posición entre Ciutadans (15-18 escaños), PP (14-17) y Catalunya Sí que Es Pot (12-16). El PSC seguiría su caída libre y se quedaría con 12-13 diputados, mientras que Unió Democràtica de Catalunya (UDC), en su primera participación en solitario, se quedaría sin representación.