Unos 20.000 refugiados se encuentran actualmente en Serbia tratando de cruzar la frontera hacia la vecina Hungría antes de que entre en vigor un endurecimiento de las leyes migratorias en ese país el próximo 15 de setiembre.
Rados Djuric, director del centro para ayuda y protección de asilados en Serbia, ha afirmado que la entrada en vigor de la ley «influirá con seguridad sobre la permanencia de la gente aquí». Esta ley declarará como delito el «paso ilegal» de la frontera húngara, con penas de hasta tres años de cárcel.
Al otro lado de la frontera, ya en Hungría, las autoridades locales retuvieron ayer a 3.601 refugiados que entraron en el país desde Serbia. El portavoz del Gobierno húngaro, Zoltán Kovács, ha considerado que lo más importante para tratar la crisis migratoria es «parar a los migrantes ya en la frontera».
Austri cierra la autovía que lleva a Hungría
A su vez, el Gobierno de Austria ha cerrado la autovía que conecta con Hungría, después de que cientos de refugiados comenzasen por esta vía el camino hacia Viena. La Policía austriaca ha asegurado que unas 8.000 personas cruzaron ayer esa frontera.
Asimismo, unos 7.600, según autoridades macedonias, han cruzado de Grecia a Macedonia durante la última noche.