Entre 30 y 35 miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistan (PKK) han muerto en bombardeos de las Fuerzas Aéreas turcas sobre el norte de Irak y otros 14 han muerto en territorio turco a pesar del alto el fuego anunciado el sábado por la organización.
En concreto, han destruido posiciones del PKK en las regiones de Metina y Zap en Irak y en el distrito de Lice, en la provincia de Diyarbakir.
Desde el Gobierno, el viceprimer ministro Yalçin Akdogan ha rechazado el alto el fuego, que considera «una táctica» antes de las elecciones. Además, ha reiterado la exigencia de Ankara: «Que entreguen las armas y se marchen de Turquía».
Por otra parte, las autoridades turcas han informado de la muerte de dos militares en la provincia de Ardahan (este) en operaciones contra el PKK. Efectivos de la Gendarmería turca se enfrentaron con milicianos en Senkaya, según informa el diario 'Hurriyet'.