Apartada la hojarasca de halagos y buenas palabras que adornan las despedidas, el secretario de Justicia, Derechos y Libertades del PP, Iñaki Oyarzábal, aseguró ayer que la moción que presentó Arantza Quiroga para crear una Ponencia de Libertad y Convivencia y que no exigía «la condena» expresa de ETA «no representaba lo que defiende y quiere seguir defendiendo» el partido. Hizo la declaración en la COPE, en sintonía con lo que hace una semana deslizó su amigo y ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, y que provocaron –con la portada concertada con un periódico y la reacción de la AVT– el cambio del fiel de la balanza en Génova y Moncloa: de apoyar la iniciativa de Quiroga se pasó a forzar la retirada de la moción ya presentada, con lo que eso suponía de desautorización.
La cuestión ahora es si el PP cree que la intención de Arantza Quiroga de buscar fórmulas de convivencia entre todos es acertada y merece hacer esfuerzos o si, por el contrario, le conviene insistir en sus postulados más tradicionales. Esa es la disyuntiva a la que se enfrenta realmente. Los nombres serán los indicadores de cuál va a ser la estrategia que se adopte. Y algunos toman posiciones.
Iñaki Oyarzábal ya dejó caer ayer que el PP de Araba es el que puede tener, en la actualidad, «más estructura, más peso y personas con una proyección mediática más importante». Y que habrá que elegir al que «mayor capacidad de liderazgo» tenga, al margen del cargo que desempeñe en la actualidad.
Los máximos dirigentes del partido se reunirán hoy mismo a la búsqueda de un relevo. Habrá que ver si a dos meses de las elecciones del 20 de diciembre, el PP de la CAV opta por una solución definitiva y la elección de un líder de futuro o si se decide por una fórmula de transición, que podría pasar por dejar las riendas del partido a la actual secretaria general, Nerea Llanos, apoyada por todos los presidentes provinciales, a la espera de cómo queden el mapa electoral y el Gobierno español después de las navidades.
Quiroga deja su semilla
Pese a que las palabras de Iñaki Oyarzábal, representante del PP que sale victorioso de esta batalla, parecen marcar las líneas rojas de la estrategia del partido para los próximos años, Arantza Quiroga dejó clara ayer en su despedida la convicción de que el camino que ha marcado con su moción es el correcto y el que dará frutos en el futuro. Su afirmación de que la presentaría «una y mil veces» deja ahí una semilla de futuro.
Dentro del partido hay también portavoces como Borja Sémper que creen que el PP tiene que dar el paso «de la resistencia a la propuesta» que ha indicado Quiroga, aunque considere que la que fue su presidenta se ha equivocado en las formas y errado al meterse en camisa de once varas con algunas explicaciones.
Sémper aspira a convertirse en diputado en Madrid en los próximos comicios, pero no está claro que pueda conseguir plaza. El calendario dirá si sigue en la política diaria de la CAV como portavoz parlamentario y si puede intentar coger la antorcha que deja Quiroga.
Reacciones de los partidos
En las reacciones de los partidos vascos también puede encontrase una clasificación de los análisis que despertaba la iniciativa de Arantza Quiroga.
Quienes creían que podía mover el enquistado tablero político vasco lamentan lo ocurrido. EH Bildu cree que Quiroga ha sido «víctima del inmovilismo y la intransigencia» de su partido. La secretaria de Comunicación de EA, Ikerne Badiola, calificó de lamentable que «dar un mínimo paso» le haya costado el puesto a Arantza Quiroga. Podemos ha visto su dimisión como «un freno al proceso de normalización» y una muestra de «la poca voluntad política que tiene el PP para dar pasos hacia una Euskadi reconciliada»
Desde el PNV, que había saludado el paso de Quiroga pero que en el fondo no podía ocultar su incomodidad, Andoni Ortuzar se quedó en el plano personal, deseándole lo mejor y destacando su «elegancia» al marcharse.
El PSE, que se alineó sin duda alguna con los sectores más inmovilistas del PP y en contra del contenido de la moción, guardó ayer silencio.
Falsedades al descubierto
La comparecencia de ayer de Arantza Quiroga sirvió también para dejar al descubierto algunas de las numerosas falsedades a las que en este tipo de circunstancias suelen recurrir los partidos políticos. Por ejemplo, la expresidenta del PP dejó claro que presentó su dimisión a María Dolores de Cospedal la pasada semana y que ésta le pidió que no tomara la decisión en caliente y la reflexionara. Sin embargo, hasta anteayer mismo Cospedal intentaba vender la idea de que no existía ninguna crisis en el PP de la CAV y que Quiroga, simplemente, se había tomado «cuatro días de descanso».
También resulta llamativo que algunos portavoces del PP –ayer lo hizo nuevamente Javier Maroto– insistan todavía en culpar a EH Bildu de la retirada de la moción, cuando en su comparecencia Quiroga desveló que esa no había sido la razón principal, pese a lo que ella mismo dijo en rueda de prensa.
Crujen las costuras
En esta semana ha quedado claro que al PP le pasa factura su inmovilismo y que esto hace que crujan costuras en su interior. Que hay sectores que apuestan por tender puentes y buscar acuerdos de futuro.
Pero también se ha visto que, todavía, aquellos que se resisten al movimiento siguen teniendo una fuerza enorme y grandes aliados en Madrid, tanto en el Gobierno como en la sede central del PP y en determinados medios de comunicación.
Y todo eso se mezcla con las batallas de clanes, las guerras de posiciones, el cobro de deudas viejas o recientes y las aspiraciones personales.
El cóctel ha explotado a dos meses de unas elecciones. Las urnas dilucidarán en breve si alguien ha hecho un pan como unas hostias.
DECLARACIONES DESDE EL PP
«Ojalá siempre todos fuéramos tan coherentes en nuestras decisiones y nuestros actos»
JOSÉ EUGENIO AZPIROZ
Diputado del PP por Gipuzkoa
«El PP en Euskadi tiene un reto político, que es conseguir liderar o coliderar con otros el momento post-ETA»
BORJA SÉMPER
Portavoz parlamentario del PP
«Ha tenido, tiene y tendrá un compromiso de lucha contra el terrorismo que nadie puede cuestionar»
JORGE FERNÁNDEZ DÍAZ
Ministro de Interior
«Hay que defender esa España constitucional por la que nos han roto tantas veces la cara aquí»
IÑAKI OYARZÁBAL
Secretario de Justicia y Libertades del PP
EH Bildu considera a Quiroga «víctima de la intransigencia» y tiende la mano
Desde un principio, desde su intervención en el pleno del 2 de octubre que luego dio pie a la moción para la creación de una Ponencia de Libertad y Convivencia, Arantza Quiroga dejó claro que dirigía sus palabras a los escaños de EH Bildu entendiendo que era «indispensable» que participaran de los acuerdos que pudieran darse para avanzar. Desde el primer instante, la coalición de izquierda recogió el guante y Hasier Arraiz llegó a mostrar su disposición a reunirse con el PP para tratar de avanzar en ese camino de convivencia.
Ayer, preguntado por la dimisión cuando estaba presentado una iniciativa de su grupo por la libertad de Arnaldo Otegi y Rafa Díez, el parlamentario independentista Julen Arzuaga lamentó que Quiroga haya acabado «expulsada» del PP, «víctima del inmovilismo y la intransigencia» de su propio partido.
Arzuaga reconoció –como lo han hecho también otros partidos– que Arantza Quiroga se había movido y había «tomado riesgos» en la búsqueda de tener puentes y buscar avances en materia de convivencia. Tras lamentar lo ocurrido con ella, afirmó que «esperamos que el PP empiece a avanzar por el camino abierto por Quiroga».
En este sentido, el parlamentario independentista insistió en que EH Bildu mantiene su «mano tendida» al resto de partidos para tratar de avanzar hacia «un escenario de paz, libertad, convivencia y normalización». A su juicio, es necesario «trabajar para construir espacios de diálogo».GARA