El Tour 2016 arrancará el próximo 2 de julio desde Mont-Saint-Michel y terminará el próximo 24 de julio con el tradicional paseo por París. A estas dos fechas ya conocidas, la dirección de la Grande Bouclé ha sumado hoy la presentación completa del recorrido, que, un año más, apuesta por la montaña en detrimento de los especialistas contra el crono.
Los Pirineos volverán a pasarse antes que los Alpes, que serán de nuevo juez definitivo de la carrera. Destaca también el Mont Ventoux entre ambas cordilleras. En la lucha contra el crono tambien salen beneficiados los escaladores, ya que pese a que este año son dos las luchas individuales, la segunda será una cronoescalada.
La primera semana del Tour volverá a marcar el devenir de la carrera. En 2016 no habrá pavés, pero la lluvia y el viento suelen ser protagonistas en La Manche, lo que unido a los nervios del inicio de carrera puede provocar más de un problema. En la segunda etapa, además, un final nervioso con una cota a dos kilómetros de meta y en la quinta etapa la primera llegada en alto en el Col de Cont de Cère, que sin porcentajes para marcar diferencias, puede ser una primera balanza. Y con el final del primer bloque llegan los Pirineos. En la séptima etapa, como aperitivo, el Aspin, a solo 12 kilómetros del final en Lac de Payolle. El sábado 9 de julio se disputará la octava etapa, la jornada más cercana a Euskal Herria y con un atractivo menú. El encadenado Tourmalet, Hourquette d'Ancizan, Val Louron-Azet y final de Peyresourde es un buen aliciente para acercarse a las cunetas. Y colofón al tríptico pirenaico será la meta en Andorra-Arcalís, debiendo superar antes Bonaigua, Cantó, Comellá y Beixalis.
La segunda semana esta marcada por el regreso del Tour al Mont Ventoux. Lo hará en la 12ª etapa. Al día siguiente el pelotón deberá afrontar la crono individual de 37 kilómetros. Los únicos que tendrán los especialistas en la lucha en solitario a su favor. En la 15ª, a su vez, tendrá lugar un atractivo fina len Culoz, con un doble paso por el Grand Colombier, siendo el segundo a tan solo 13 kilómetros de meta.
En la última semana la carrera llegará a los Alpes suizos tras disfrutar de la jornada de descanso en Berna. La 17ª etapa alcanzará la cima de Finhaut-Emosson (10,4km al 8,4%), mientras que la 18ª será la cronoescalada a Megève.
La 19ª encontrará la línea de llegada en Saint-Gervais Mont Blanc Le Bettex (9,8 km al 8%) y con el aún más exigente Bisanne (12,4 km / 8,2%) por el camino. La última etapa antes del paseo de París, finalmente, aporta un recorrido excelente para jugar al ataque con las últimas fuerzas que queden y una buena estrategia de equipo. El encadenado Col des Aravis (6,7 km al 7%), Col de la Colombiere (11,7 km al 5,8%), Col de la Ramaz (13,9 km al 7,1%) y Col de Joux Plane (11,6 km al 8,5%), este último a 12 kilómetros de meta, abrirá camino hasta la llegada a Morzine. Quien salga de amarillo de aquí, paseará el maillot al día siguiente por las calles de París.