En una intervención en el pleno de control celebrado en el Parlamento de Gasteiz, Urkullu ha sido cuestionado en torno a su postura sobre el proceso independentista en Catalunya. Así, mientras que Gorka Maneiro (UPyD) le ha instado a aclarar si apoya a «los golpistas catalanes», Hasier Arraiz (EH Bildu) le ha afeado que no esté dispuesto a «ensuciarse los pies» para superar la «subordinación» al Estado español.
«Nos gustaría un Gobierno vasco que no se distinguiera por su lealtad al Gobierno central, sino por su compromiso con su pueblo y con los derechos democráticos que le asisten», ha manifestado el portavoz soberanista.
En su réplica, el lehendakari ha explicado que mantiene una fluida relación con Mas y ha revelado que le propuso «trabajar conjuntamente por un nuevo modelo de Estado», pero que cada uno eligió su camino «en virtud de su propia historia, realidad y circunstancias».
Urkullu ha reiterado su apuesta por el diálogo con el Gobierno español y la bilateralidad como fórmula para modificar el estatus político. «El problema no es Catalunya o Euskadi; el problema está en Madrid y en la crisis del modelo de Estado», ha defendido, con la esperanza de que se produzca un cambio tras las elecciones del 20 de diciembre. «Yo defiendo la legalidad para propiciar un cauce que dé soluciones a las demandas de los ciudadanos, no para poner corsés o prohibir las ideas», ha explicado.
Ha insistido en que «el problema» se debe a que la Administración española «no reconoce nuestra identidad nacional ni la pluralidad de un estado conformado por varias naciones».