Etxaide ha recordado que hace un año la Guardia Civil irrumpió en una sede de LAB donde estaba guardado el dinero recaudado por Sare para hacer frente a los gastos de la manifestación de 2015 y que «un año antes se llevaron a los y las abogadas y a las y los intermediadores del colectivo. Es obvio que la cadena de la represión es larga». Ha denunciado que el objetivo es dejar a los presos «aislados e incomunicados» con un «claro objetivo político».
La secretaria general de LAB ha subrayado que «la movilización del presente año cobra especial importancia» porque «en el Estado español toca conformar un nuevo gobierno. Si queremos que la cuestión de los y las presas políticas se resuelva de una vez por todas y que esté en la agenda del nuevo gobierno, esta reclamación debe llegar con fuerzas a Madrid».
«En Euskal Herria también se están renovando las instituciones», ha añadido antes de remarcar que «no podemos dejar el futuro de las y los presos en manos de los partidos políticos que no participen en las movilizaciones del sábado».
Etxaide ha sido autocrítica al reconocer la «la necesidad de fortalecer la lucha por los derechos de los y las presas en el mundo laboral. Los sindicatos vascos hemos hecho mucho más en otras ocasiones. Aún siendo las actuales condiciones más favorables que nunca no hemos sabido situar este asunto en el lugar que requiere en nuestras agendas».