El veterano dirigente de la izquierda abertzale, Rufi Etxeberria, ha visitado hoy durante una hora a Arnaldo Otegi. Se trata de una visita con un marcado carácter simbólico y político, ya que se trata de la última que recibe el dirigente abertzale antes de su salida de prisión el martes.
«Hace seis años y medio, Arnaldo fue encarcelado por una decisión política, por el temor del Estado a que liderase el nuevo escenario político que se estaba abriendo en Euskal Herria gracias a su aportación. Por ese miedo, lo han mantenido preso. El martes, volverá a seguir profundizando en ese camino y, el próximo sábado en el Velódromo, un escenario histórico y emblemático para la izquierda abertzale, dibujará las línea de un proceso hacia la soberanía. Pondrá voz a las aspiraciones de los abertzale de izquierda», ha afirmado Etxeberria en declaraciones a NAIZ de regreso de Logroño.
A nivel personal, señala ha encontrado a un Arnaldo «un tanto nervioso por la gran expectativa que ha generado su salida de prisión». En estos seis años y medio, ambos se han abrazado en dos ocasiones, «la primera cuando nos detuvieron en la sede de LAB de Donostia, con toda la carga emotiva que ese abrazo encerraba porque sabíamos lo que venía. La segunda, durante el juicio en la Audiencia Nacional, y la tercera, será este martes».