
Las imágenes han sido elocuentes. Decenas, centenares, miles de paraguas que partían desde las puertas del Velódromo y daban la vuelta al estadio de Anoeta. Y debajo decenas, centenares, miles de personas que han hecho cola pacientemente para presenciar en vivo y en directo el recibimiento a Arnaldo Otegi tras su salida de la cárcel.
El velódromo se ha llenado y también la carpa anexa. A ella ha acudido Otegi antes del mitin, para dirigir a quienes no han podido entrar unas palabras.

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