El testigo que identificó al iruindarra Jorge Olaiz en un supuesto intento de atentado contra el exedil de UPN Miguel Ángel Ruiz Langarica se ha negado hoy a testificar en el juicio sin ocultar su cara con peluca y gafas de sol.
La acusación contra Olaiz se basa en la declaración de este testigo, que no había sido incluido en la causa durante 14 años pero que sirvió para que el juez Ismael Moreno reabriese la causa. Olaiz fue excarcelado en mayo de 2014, pero volvió a ser enviado a prisión en febrero del año pasado tras la reapertura de la causa. La defensa ha denunciado el «montaje» y Olaiz ha rechazado las acusaciones.
El testigo ha acudido a la vista con gafas de sol, barba y peluca postizas, ante lo que la abogada de Olaiz ha protestado recordando que su defendido tiene derecho a verle. La presidenta del tribunal le ha instado entonces a quitarse esos elementos. El hombre se ha negado a hacerlo porque, ha dicho, no puede «arriesgar su vida» y ha asegurado que se expone a «dos tiros por la espalda».
El fiscal ha apoyado que se deshiciera del disfraz porque ya se ha ocultado su nombre y el testigo ha alegado «un temor general» y no una amenaza particular, al tiempo que ha recordado que si el acusado no le ve, la declaración podría ser declarada nula.
Ha pedido entonces al tribunal que suspendiera hasta mañana la sesión y se le diera así tiempo de reflexionar, ante lo que el testigo ha dicho que no iba a cambiar de opinión ni se iba a quitar nada. «Yo ya estoy satisfecho de que reconocí a la persona y salvé la vida de una persona. He salvado a una vida, ya me vale. No puedo arriesgar mi vida y la de mi familia, van detrás, ya me han hecho alguna seña», ha añadido.
Finalmente, el testigo se ha ido sin declarar pero la magistrada presidenta le ha avisado de que podría tener que volver mañana, cuando el fiscal expondrá su postura acerca de la posibilidad de que declare disfrazado.
El juicio, previsto para principios de marzo, ya se retrasó porque el testigo «no aparecía».