Al igual que ayer, también en esta segunda jornada la operación de desalojo, que el Gobierno espera concluir en un máximo de diez días, está transcurriendo sin incidentes.
Los refugiados están siendo llevados a cinco centros situados en las inmediaciones de Salónica, la segunda ciudad más grande de Grecia, y a otros dos localizados también en el norte del país.
Al comienzo de la operación ayer había en el campamento cerca de 8.500 personas, la mayor aglomeración de todos los campos de refugiados en toda Grecia.
En sus momentos más críticos, Idomeni, convertido en símbolo del fracaso de la política migratoria europea, llegó a albergar a 12.000 personas.
En las últimas semanas ya habían sido trasladadas a estructuras organizadas unas 2.500 personas.
La operación se está llevando a cabo con el apoyo de unos 400 efectivos policiales.
La Policía había obligado ya el martes a los medios y a los voluntarios que se encontraban en el lugar a abandonar el campamento, y tan solo permitieron a la cadena de televisión pública ERT y a la agencia de noticias griega AMNA permanecer allí para informar sobre el curso del desalojo.
En los centros nuevos hay una capacidad de acogida total para más de 8.000 personas.