El presupuesto previsto para estas obras se situaría alrededor de los 350.000 euros, aunque todavía hay que concretarlo antes de iniciar la fase de licitación.

El centro se concibe como un espacio de uso comunitario cuyo modelo de gestión se decidirá a través de un proceso participativo que impulsará el Ayuntamiento de Iruñea a través del área de Participación Ciudadana, Igualdad y Empoderamiento Social.

Se tratará de un edificio ‘pasivo’, es decir, una construcción energéticamente eficiente que permitirá reducir hasta en un 90% el consumo de la energía usada, principalmente en calefacción y aire acondicionado, respecto a los gastos energéticos de un edificio típico.

En cuanto al proyecto constructivo, el pliego que se ultima y que será presentado proximamente a la Comisión de Urbanismo propone realizar una construcción modular, que dado el caso, se pueda desmontar y volver a montar para su uso en otro lugar.

El proyecto de centro de usos comunitarios recoge un edificio que contaría con una acceso cubierto a modo de marquesina y una distribución articulada en torno a un pasillo del que se accedería a cuatro aulas de diferentes dimensiones y capacidades (dos de 28,35 m2, una con 49,60 m2 y otra de 91,40 m2), una oficina, aseos y aseo de minusválidos. En total serán 288 metros cuadrados de superficie construida en planta baja, de los que 249 m2 se consideran de superficie útil.