En un comunicado, los jóvenes han denunciado la actuación policial que tuvo lugar durante la kalejira celebrada en el Gazte Eguna de Mendillorri y aseguran que esta contaba con todos los permisos requeridos.
Asimismo afirman que es «totalmente falso» que ellos fueran los causantes de «este brutal ataque», a lo que añaden que la respuesta de los participantes fue «inevitable» ante la «actitud agresiva» de los agentes de la Policía española que, según dicen, cargaron «sin reparo y motivo alguno» cuando algunas personas trataban de impedir que se llevaran a un joven que había recriminado verbalmente a un agente.
En su opinión, el «único culpable» de lo ocurrido es la delegación del Gobierno y en concreto la delegada, Carmen Alba.
Según la delegación del Gobierno español en Nafarroa, varios jóvenes y policías resultaron heridos en los «incidentes» registrados cuando la Policía acudió a Mendillorri «alertada de que un grupo de jóvenes estaba cortando el tráfico». Al llegar, según las mismas fuente, los agentes «fueron recibidos de forma violenta» y cargaron contra los jóvenes.