UPV-EHU

Herramientas para liderar el cambio

La ‘Teoría U’, el ‘Teatro de la Presencia Social’ y el ‘Mapa 4D’ son técnicas para immpulsar cambios profundos individuales o colectivos.

«Trabajarnos a nosotros mismos como herramienta». Ese es el objetivo que persiguen la ‘Teoría U’ y el ‘Teatro de la Presencia Social’ (SPT por sus siglas en inglés), dos prácticas que sirven como marco referencial para procesos de cambio profundo. Así lo ha explicado Laura Pastorini, antropóloga uruguaya y encargada de abrir el Curso de Verano de la UPV/EHU ‘The Art of Collaboration Week- La semana del Arte de la Colaboración’.

El punto fuerte de ambas metodologías, ha explicado Pastorini, radica en que la herramienta principal de trabajo es el cuerpo ya que «es el cuerpo en donde encontramos toda la información que necesitamos».

La ‘Teoría U’, ideada por Otto Scharmer, es un método que pretende ayudar tanto a individuos como a organizaciones a que desarrollen sus capacidades de liderazgo para desarrollar un futuro mejor. Bajo el lema «del Ego al Eco», esta herramienta trabaja transversalmente sobre 3 dimensiones diferentes: la dimensión intrapsíquica, la dimensión social y la dimensión ecológica. De forma resumida, la ‘Teoría U’ consiste en «estar pendiente de lo que uno quiere de sí mismo, lo que quieren los demás y lo que quiere la naturaleza».

A lo largo del proceso de cambio, hay también 3 etapas diferentes. «La primera está basada en la observación. Una vez hemos observado con detenimiento, sería el momento de replegarse, reflexionar y, finalmente, activar la chispa del futuro para actuar en ese instante».

El ‘Teatro de la Presencia Social’ y el ‘Mapa 4D’ son dos enfoques diseñados por Arawana Hayashi que también persiguen liderar el cambio a través varios pasos. Durante un ejemplo práctico con varios asistentes al curso, Pastorini ha explicado en qué consiste el proceso del ‘Mapa 4D’, cuyo objetivo es «unir la cabeza, el corazón y las manos».

Las condiciones necesarias para llevar a cabo este método son «tener la mente, el corazón y la voluntad abierta» o, lo que es lo mismo, dejar atrás los prejuicios, ser honestos con nosotros mismos y superar la voz del miedo. El primer paso de este método es plantear una historia o caso concreto sobre el que se quiere indagar. Después, hay que trabajar la respiración y la concentración para «alijerar los pensamientos».

Además de los actores propios de cada caso, siempre deben añadirse 3 elementos más que se relacionan con las 3 relaciones sobre las que trabaja la ‘Teoría U’: «mi mayor potencial futuro», relacionada con la dimensión intrapsiquica; «los marginados», es decir, la dimensión social y «la tierra», relacionada con la dimensión ecológica.

Además de Laura Pastorini, durante las jornadas de hoy también participan el australiano John Croft, impulsor de ‘Dragon Dreaming’, una plataforma que ofrece herramientas para el desarrollo de proyectos y organizaciones a través de la creatividad, colaboración y sostenibilidad, y Beatrice Briggs, miembro de ‘Facilitación y Consenso’, un equipo dedicado a proveer servicios de entrenamientos y facilitación grupal.

Croft, que actualmente está trabajando en Ecuador, Brasil, Inglaterra, España, Rusia y Sudáfrica, se encarga de ofrecer métodos sencillos para diseñar los procesos de visión, planificación, ejecución y evaluación de un proyecto. En total, la plataforma está ayudando en 6.000 proyectos repartidos por 47 países de todo el mundo. «El 90% de los proyectos se estanca porque la gente no los comparte. Si quieres que un sueño se haga realidad, debes compartirlo, crear un grupo y un plan», explica Croft.

Entre sus logros, Dragon Dreaming ha conseguido crear el primer parque eólico australiano dirigido por una comunidad que vende la energía al Gobierno. Se trata de un método que él denomina ‘win-win-win’ ya que, según ha explicado, tanto las personas como la comunidad y la naturaleza deben salir ganando. «Esta es la manera en la que funciona. El dinero generado vuelve a la comunidad».

Por su parte, Beatrice Briggs, que trabaja en el Instituto Internacional de Facilitación del Cambio, ha explicado que, a la hora de propiciar un cambio, «hay que crear las condiciones físicas y emocionales para facilitarlo».

Briggs utiliza la técnica de facilitación de grupo, que implica trabajar con los representantes para conocer sus propósitos y, en base a ellos, diseñar un plan, es decir, un proceso que lleve al grupo a un resultado. Se trata, explica Briggs, de «crear las condiciones en las que el grupo mismo pueda identificar los obstáculos, las ventajas y los resultados».