El Senado francés ha aprobado el proyecto de ley de la reforma laboral. El texto deberá volver ahora a la Asamblea Nacional, con mayoría de izquierdas, que previsiblemente volverá a retocarla para dejarla en su estado original, antes de someterla a una incierta votación.
El Ejecutivo del primer ministro francés, el socialista Manuel Valls, ya ha advertido de que recurrirá de nuevo, si lo ve necesario, al artículo 49.3 de la Constitución para sacar adelante la ley evitando que los diputados la voten, ante las dificultades para alcanzar una mayoría de apoyos.
En el Senado, el proyecto de la llamada ‘ley El Khomri’ ha contado con los respaldos del partido Los Republicanos, liderado por el expresidente Nicolas Sarkozy, y los rechazos del Partido Socialista y sus aliados, de comunistas y de ecologistas.
La votación se produjo mientras miles de personas -14.000 según la policía y 55.000 según los sindicatos- se manifestaban en la parisina plaza de la Bastilla contra esta ley.
Los sindicatos, encabezados por la CGT, centran sus críticas en el segundo artículo del texto, que establece la supremacía de los acuerdos laborales dentro de cada empresa sobre los convenios sectoriales.