Jesús Ilundain. "El Tuli" ha abierto unas fiestas que son históricas en Iruñea. El primer lanzador del txupinazo por votación popular ha optado por brindar el cohete de la forma más clásica, en castellano y en euskara. «Pamplonesas, pamploneses, ¡viva San Fermín! Iruindarrok, gora San Fermín!".
Desde por la mañana se había colocado un quinto mástil en el balcón. En ese asta el año pasado ondeó la ikurriña y, en esta ocasión, el Ayuntamiento ha querido denunciar con el mástil vacío esta prohibición. Sin embargo, pronto el foco de interés ha dejado de estar en la balconada de la casa consistorial y se ha centrado en la plaza.
Los iruindarras han respondido a la prohibición sacando decenas de ikurriñas pequeñas y otra gigantesca. Por otro lado, la pancarta más visible ha sido una por los derechos de los presos que se alzaba erguida sobre dos mástiles. Junto a ellas ha aparecido otra reclamando el fin de la dispersión y una bandera con el escudo de Nafarroa y la palabra «Independentzia».
Merece ser destacada la pancarta negra en favor de la autodefensa feminista, quizá la mayor de todas por dimensiones, que se pintó sobre una tela negra.
En el balcón han aparecido también ikurriñas en manos de los concejales y también se han visto banderas en favor de los refugiados.
Después de que volaran los cohetes, los gaiteros municipales han desalojado la plaza para que la juerga se extienda por todas partes.