Peter Sagan ha sido el gran protagonista de la jornada, rompiendo la carrera a 10 kilómetros de meta gracias al viento y sus piernas, mientras que el mayor beneficiado ha vuelto a ser Chris Froome, que ha logrado llegar a su rueda y ha rascado seis segundos en meta, además de otros seis de bonificación por su segundo puesto en Montpellier.
Desde antes de comenzar la etapa se hablaba del viento, que ha soplado de costado y favorable durante gran parte de la jornada. Los intermitentes intentos por romper el pelotón y la tensión ha provocado que la fuga de Arthur Vichot y Leigh Howard no haya caminado. Así, el gran grupo se fracturaba y se reagrupaba en varias ocasiones.
Sin embargo, en la recta final de la etapa Sagan ha acelerado junto a su compañero Maciej Bodnar y a su rueda han llegado los Sky Chris Froome y Geraint Thomas. Los cuatro han abierto brecha. Pese a que parecía que el golpe que podía dar Froome en la general podía ser mayor (ha llegado a tener casi medio minuto a cuatro kilómetros del final), el trabajo del pelotón ha reducido la diferencia y han cruzado la línea de meta a tan solo cinco segundos del campeón del mundo, que ha levantado los brazos por delante del maillot amarillo.
La mayoría de los favoritos han entrado en ese pelotón, pero Joaquím Rodríguez y Pierre Rolland han sido los grandes perjudicados, con más de un minuto de pérdida.
Mañana el Tour debía llegar a la mítica cima del Mont Ventoux, por lo que los hombres de la general volverán a escena. Pese a ello, la llegada hasta las antenas ha sido anulada debido al viento, que se prevé llegue a los 100 km/h, por lo que la etapa acabará en el Chalet Reynard.