Los Miura han iniciado la carrera un poco perezosos, ya que de los corrales de Santo Domingo han salido en primera posición los mansos, seguidos por los cuatro toros cárdenos, el negro y el colorado.
Los astados corrían muy juntos siguiendo la estela de los mansos y llevando bastante velocidad, una de las características de esta ganadería, que hoy cumplía sus 50 años acudiendo ininterrumpidamente a las fiestas de Iruñea.
Con los morlacos avanzando posiciones en la torada, el burel colorado, de nombre Rayito, se ha hecho con las riendas del grupo seguido de cerca por sus hermanos por Mercaderes, donde uno de los mansos ha resbalado y ha dado con sus huesos en el adoquinado, aunque se ha recuperado con rapidez y ha podido seguir la carrera.
El grupo ha tomado sin problemas la curva a pesar de su velocidad y a partir de ahí, se han podido realizar bonitas carreras, ya que los toros han dejado algunos huecos, con Rayito y el toro negro abriendo la manada, a los que se ha sumado un cárdeno y seguidos tres mansos y el el resto de astados cárdenos.
A mitad de calle, uno de los bureles se ha acercado a la pared de la derecha y ahí se ha producido un choque por alcance con varios corredores a algunos de los cuales ha desgarrado la camiseta. En ese punto se han podido producir varios de los contusionados registrados en el carrera.
Aunque ese choque le ha frenado, el morlaco ha conseguido reintegrarse a la manada que ya enfilaba la bajada del callejón, donde Rayito ha trastabillado y se ha caído, haciendo que también rodara por el suelo un manso y uno de sus hermanos, aunque se han recuperado rápidamente para seguir la carrera.
A la salida del callejón es cuando se ha producido el momento de mayor peligro del encierro. En la misma entrada a la plaza, un grupo de corredores había caído al suelo en el momento en el que llegaba la manada, lo que ha provocado el tropezón de varios toros, que han rodado por la arena. Varios astados han conseguido ponerse de nuevo en pie y seguir avanzando, aunque el colorado y uno de los cárdenos se han quedado enzarzados entre los corredores, uno de los cuales ha salido con la camisa rota tras quedarse enganchado en uno de los bureles caídos.
Una vez que han conseguido recuperarse del golpe, los dos últimos toros han seguido el camino del resto de la torada para terminar haciendo un tiempo de 2:15 segundos, poniendo un broche de gran velocidad a los encierros a pesar de los incidentes y sin dejar heridos por asta.