NAIZ
IRUÑEA

Detectado un oso pardo en Erronkari después de más de un año sin rastros

Guardas forestales del Gobierno navarro han detectado estos últimos días la presencia de un oso pardo en las inmediaciones de Garde, en el valle de Erronkari. Según personal técnico, puede tratarse del macho ‘Neré’, que anteriormente ya había realizado varias incursiones en territorio navarro, y que habitualmente frecuenta los valles de Aspe y Ossau, en la región de Aquitania.

Imagen del oso detectado en Erronkari. (GOBIERNO DE NAFARROA)
Imagen del oso detectado en Erronkari. (GOBIERNO DE NAFARROA)

Las cámaras de fototrampeo de los guardas captaron al oso en tres fotografías tomadas a última hora del 6 de agosto. De momento, se ha registrado un ataque a un mardano en Garde, y es probable que la muerte de otros dos animales esté también relacionada con la presencia de ‘Neré’.

El Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local tramitará los correspondientes expedientes de indemnización de daños por ataque de ganado –300 euros por ataque en zona de afección del oso–, a lo que se añadirá el valor del ganado afectado, según el precio oficial establecido en el baremo del Gobierno de Nafarroa.

En este sentido, cabe indicar que es el primer rastro de plantígrado que se detecta este año, mientras que el pasado 2015 no hubo rastros ni ataques a animales, ha explicado el Ejecutivo en un comunicado.

‘Neré’, nacido en 1997, desciende de la osa eslovena ‘Melba’, reintroducida en el Pirineo central en 1996. ‘Neré’ se desplazó hasta el Pirineo occidental, donde se instaló hacia el año 2000.

Situación crítica

Desde el Ejecutivo foral han explicado que la población de oso pardo en el Pirineo occidental está en una situación muy crítica, ya que únicamente quedan dos ejemplares, los machos ‘Neré’ y ‘Canelito’. Sin embargo, en el Pirineo central sigue aumentando la población con, al menos, 40 ejemplares.

Nafarroa realiza un seguimiento de oso pardo coordinado con las autoridades de territorios colindantes, y se registran todos los avistamientos, ataques, rastros, etc. También se hacen análisis genéticos cuando se recogen pelos o excrementos, y se trabaja con fototrampeo.

Además, está en marcha la vigilancia de los rebaños en la zona más afectada por ataques, en los altos de Garde-Urzainki-Ezkaurre. Para ello, se ha contratado a una empresa local, financiada por el Gobierno de Nafarroa con la colaboración de la Junta del valle de Erronkari. Esta vigilancia se activa cuando se detecta la presencia del oso, y su función principal es permanecer cerca de los rebaños por la noche para disuadir al oso de atacarlos.

El Gobierno foral apoya la conservación del oso pirenaico dentro de una estrategia común a toda la cordillera, lo que requiere la colaboración entre las autoridades de territorios limítrofes. Las medidas que se adopten, deben contar con un respaldo social de las comunidades locales, especialmente el sector ganadero.

En concreto, las decisiones al respecto deben ir precedidas de una labor de formación, información y participación con las comunidades locales, no sólo navarras, dado que los animales que pudieran soltarse en la naturaleza han de vivir en un ámbito que afecta a Nafarroa, Aragón y al departamento de Pirineos Atlánticos, sin descartar desplazamientos a lo largo de la cadena pirenaica a otros territorios.

La presencia del oso se ha demostrado un atractivo para el turismo de naturaleza, con un impacto económico directo en las zonas de montaña de Asturias y Catalunya. En estos territorios se está demostrando que cohabitación del plantígrado y la actividad económica de montaña es posible. En esta línea están trabajando proyectos como Pyros Life en Catalunya y Valle de Arán, ha destacado el Ejecutivo.

Especie milenaria

El oso pardo es una especie que ha estado presente en Nafarroa desde hace miles de años, como lo atestiguan los restos fósiles o referencias históricas de la caza. Debido a la presión humana, su población sufrió una gran regresión, y a mediados del siglo XX era una especie rara y con una población fragmentada en los Pirineos.

En 1970, la población pirenaica se distribuía en tres núcleos, el más importante el occidental (Aspe y Ossau), donde quedaban unos 35 osos, de los que algunos frecuentaban territorio navarro. En 1977 se vio en Garde a una osa con su cría, por lo que todavía había reproducción en la zona.

Ya en los años 80 del pasado siglo pasado la población era muy escasa y apenas había reproducción en todo el pirineo occidental. La caza furtiva causó un efecto negativo, y la especie entró en una situación crítica a partir de 1990. Por ello, en 1996 el Gobierno de Nafarroa aprobó el Plan de recuperación del oso pardo en el herrialde, aunque todavía había visitas esporádicas.

A partir de 1998, un oso conocido con el nombre de ‘Camille’ se instaló en Erronkari y se registraron numerosos daños al ganado hasta diciembre de 2009.

Desde entonces, la presencia de plantígrados en Nafarroa ha sido esporádica.