El ciclismo en ruta se despide de Rio con las pruebas contrarreloj. Y con dos corredores vascos, Jonathan Castroviejo y Ion Izagirre, que no sueñan, sino que aspiran a acabar entre los mejores.
Los dos tienen en qué basarse. Sus prestaciones contra el reloj y su buen momento de forma, imprescindible en cualquier caso y más para hacer frente a un trazado que, como el del sábado, permite avanzar sin temor a equivocarse que las medallas solo estarán al alcance de los supercampeones. Y por qué no va a encontrarse entre ellos Jonathan Castroviejo, que en Londres se quedaba a once segundos del diploma olímpico y en el último Mundial, pese a que el trazado de Richmond no era el idóneo para sus características, a solo tres de la medalla. Cuatro años de progresión continua y un gran momento de forma, tras una temporada que empezó de la peor forma posible –fractura de una vértebra y cúbito en febrero– pero que, desde su regreso a la competición en Suiza, no ha dejado de mejorar. Ya lo demostró el sábado, aunque precisamente el desgaste que realizó en la prueba en ruta puede convertirse hoy en el principal hándicap del vizcaino.
También le tocó trabajar, aunque antes y en menor medida, a Ion Izagirre que, pese a su condición de debutante, suena en las quinielas con mayor fuerza aún que su compañero. No es sorprendente, visto el año que está protagonizando el ciclisda de Ormaiztegi. Campeón de España contrarreloj, prólogo de Romandía, contrarreloj en Suiza... Hasta llegar al Tour, donde también estuvo con los mejores en las dos etapas contra el crono –8º y 7º– para acabar de forma sensacional con la victoria en Morzine, esta en línea.
Un último triunfo en el que, junto a la fortaleza, Izagirre tuvo que tirar de arrojo y técnica para afrontar un descenso que, visto lo visto, no va a estar de más en Río. Aunque los 36 participantes se ahorran esta vez el paso por Vista Chinesa, tampoco faltarán dificultades en los 54’6 kilómetros de recorrido. El trazado se desarrolla sobre el primero de los dos circuitos que recorrieron el pasado sábado, que se recorrerá dos veces, lo que implica la doble ascensión a Grumari y Grota Fonda, además del tramo de adoquines. Un recorrido para especialistas, sí, pero también para ciclistas en un momento óptimo de forma.
Por eso la apuesta de Chris Froome –bronce en 2012– parece segura frente a la incógnita de Tom Dumoulin, que posiblemente sea superior al británico pero que reaparece tras abandonar el Tour con una fractura de radio a dos etapas del final.
Junto a ellos, prácticamente todos los corredores que coparon las primeras posiciones de la contrarreloj larga de la ronda francesa –Oliveira, Dennis, Thomas, Barta, Bodnar, Boasson Hagen...–, además de tres grandes especialistas, pese a que no parezcan atravesar, sobre todo el suizo, su mejor momento: el campeón mundial Kiriyenka, la planta en Londres Martin y el oro en Pekin Cancellara.
Estados Unidos, Holanda... y Linda Villumsen
Sobre el mismo circuito que los hombres pero con una sola vuelta, para completar 29’9, también las mujeres se disputan hoy las medallas contrarreloj. Con nombres propios y con dos grandes selecciones llamadas a copar las primeras posiciones.
La campeona en ruta Anna Van der Breggen, de hecho, que ya fue plata en Richmond, parte entre las grandes candidatas, como su compañera Van Dijk, campeona del Mundo en 2013 y que ya demostró el domingo su buen momento de forma. El color de su maillot tampoco sería una sorpresa: en los cuatro últimos Juegos, Holanda se ha repartido el oro con Estados Unidos. Que también esta vez será su gran competidor, con la incombustible Kristin Armstrong a la cabeza. Desde que logró su primer bronce en el Mundial de Madrid hace más de una década, ha conquistado dos oros olímpicos –Londres y Pekín– y otros dos mundiales. Esta vez puede tener al enemigo en casa, con Evelyn Stevens.
Todo ello con permiso de la neozelandesa Linda Villumsen, a dos segundos del bronce en Londres y vigente campeona mundial, y la alemana Lisa Brennauer.A.U.L.