Jornada de estrenos en la piscina olímpica. La prueba reina de la velocidad masculina, el 100 libre, tiene un nuevo monarca de tan solo 18 años, el australiano Kyle Chalmers. Ha ganado la medalla merced a un largo de vuelta en el que ha remontado desde la séptima plaza en la que ha realizado el giro. El belga Pieter Timmers ha sido plata, mientras que el campeón en Londres hace cuatro años, Nathan Adrian (EEUU), se ha tenido que consolar con el bronce.
Mireia Belmonte ha sumado el oro en el 200 mariposa al bronce que ya alcanzó en 400 estilos. En una prueba en la que fue plata hace cuatro años –mismo metal que en el 800 libre, con lo que ya cuenta con cuatro preseas–, la catalana ha ido de menos a más para ir remontando posiciones y superar a sus rivales.
Tres centésimas de renta le han bastado sobre la australiana Madeline Groves, mientras que el bronce ha sido para la japonesa Natsumi Hoshi.
Sorpresa mayúscula en el 200 braza, donde el kazajo Dmitriy Balandin ha sido oro tras acceder a la final con el peor tiempo de todos los participantes pero mostrar una gran capacidad de resistencia para aguantar el fortísimo ataque final del estadounidense Josh Prenot, al que ha batido por 7 centésimas. Ha completado el podio el ruso Anton Chupkov tras protagonizar un espectacular último largo en el que ha pasado desde la última posición al tercer escalón.
La que ya está más que acostumbrada a subir a lo alto del cajón es Katie Ledecky, que ya ha cosechado cuatro medallas, tres de ellas de oro, en estos Juegos Olímpicos. Sexto oro consecutivo para EEUU en el relevo 4x200, en el que junto a Ledecky han nadado Allison Schmitt, Leah Smith y Maya Dirado. Australia ha sido plata y Canadá bronce. Página especial de NAIZ