El astro jamaicano ha estado acompañado en el podio por su amigo el canadiense De Grasse (20.02) y por el francés Lemaitre, que se ha llevado el bronce con 20.12.
Aclamado por la multitud, Bolt ha ofrecido al mundo la enésima muestra de superioridad en el esprint, aunque no ha podido regalar a sus incondicionales la gran marca que pensaba.
Salvada sin contratiempos la salida, su fase de la carrera más débil, Bolt ha ido ganando terreno en la curva para llegar a la recta dos metros por delante de sus adversarios, a los que no concedió la menor opción.
De Grasse, que había sido bronce en la final de 100, ha mejorado en 200 un peldaño en el podio de honor, adelantando en los últimos metros al estadounidense LaShawn Merrit, mientras por detrás ha progresado también Lemaitre hasta el tercer puesto.
Desde el oro del griego Kostas Kenteris en Sidney 2000 ningún otro velocista de raza blanca había subido al podio olímpico en 200 metros.
En los últimos nueve años Bolt sólo ha perdido una carrera de 200, cuando su compatriota Yohan Blake le batió en los campeonatos jamaicanos del año 2012 que precedieron a su nuevo triplete olímpico en los Juegos de Londres.
Dalilah Muhammad, subcampeona mundial hace tres años, ha dado a Estados Unidos su centésima medalla en los Juegos de Río y la número 35 de oro al ganar por el amplio margen de 42 centésimas la final olímpica de 400 metros vallas con un tiempo de 53.13 segundos.
La danesa Sara Pettersen ha evitado el doblete estadounidense, por delante de Ashley Spencer, mientras que la checa Zuzanna Hejnova, dos veces campeona del mundo, se ha quedado a las puertas del podio.
La croata Sara Kolak, de 21 años, ha batido a las favoritas en la final de jabalina con un lanzamiento de 66,18, nuevo récord nacional.
La checa Barbora Spotakova, plusmarquista mundial y una de las cuatro atletas que en Río aspiraban a ser la primera mujer de la historia con tres títulos en pruebas individuales –junto a Tirunesh Dibaba, Valerie Adams y Shelly-Ann Fraser-Pryce–, ha corrido la misma suerte adversa que ellas y solo ha podido ser bronce, mientras que la plata ha sido para la sudafricana Sunette Viljoen.
Ryan Crouser, con un lanzamiento de 22,52 metros, el más largo en la historia de los Juegos, ha batido al favorito, su compañero Joe Kovacs y ambos han dado a Estados Unidos el decimoquinto doblete olímpico de la historia en una final de peso.
Kovacs, campeón mundial el año pasado en Pekín, se ha llevado la medalla de plata con los 21,78 de su primer tiro y el neozelandés Romas Walsh ha ganado la de bronce con 21,36.