La petición dimisión de 30 mandos de Policía Foral equivale a desarobolar el cuerpo. Como era de esperar, el Gobierno navarro no la ha aceptado. La consejera ha explicado que las normas que rigen este cuerpo policial no contemplan la dimisión y que, por lo tanto, «no es posible» que renuncien a las jefaturas. Los mandos se reunirán con ella el lunes y podría haber algún avance en las negociaciones.
Beaumont ha manifestado que el Gobierno «no va a ceder a maniobras de última hora ni chantajes». En realidad, la revuelta de los mandos de Policía Foral responde a la aplicación de la nueva Ley de Policías que salió adelante la pasada legislatura. Al Gobierno, simplemente, le toca aplicarla. «De lo contrario, se nos pediría prevaricar», ha señalado Beaumont. Esta nueva ley define un reequilibrio de salarios, reduciendo los sueldos altos (266) y promoviendo los bajos (algo de lo que se beneficiarían 792 agentes). La ley entra en vigor el 1 de octubre. Mañana se cierra el plazo de alegaciones y la consejera ha asegurado que las verificará personalmente de cara a poder afrontar el lunes el encuentro con los representantes de los mandos en su despacho con alguna novedad.
La consejera ha comparecido arropada por el jefe de Policía Foral, Torcuato Muñoz, y el director general de Interior, Agustín Gastaminza. «Ante los bulos que se están haciendo, voy a aclarar que ninguno de los tres va a dimitir como pide UPN», ha zanjado Beaumont.
Muñoz ha explicado que la dimisión que han presentado la mayoría de los mandos es a asumir las jefaturas de las distintas áreas. No obstante, no dimiten a sus rangos de inspectores, comisarios, etc. En la práctica, todo queda tal como estaba.
«O hay sosiego y tranquilidad o no va a ser fácil», ha adelantado la consejera.
La nueva Ley de Policías fue aprobada la pasada legislatura a iniciativa del PSN y se correspondía con la petición de la mayoría sindical dentro del Cuerpo. Una modificación pasaría, necesariamente, por convencer al Parlamento de elaborar una ley nueva. En aquel momento, los votos de PSN, Bildu, Aralar y Geroa Bai sumaron 27 de 50. Hoy, probablemente, el apoyo a la norma contra la que protestan los mandos superaría los dos tercios de la Cámara.